¿Verdadero o falso?

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- Dane, no creo que lo que estamos haciendo esté bien. - Dijo Anna.

- ¡Ay! Hasta que se dió cuenta la maldita. - Pensé mientras hacía muecas.

- ¿Hacer qué?

- Esto, ya sabes, darle celos a Amelia, y mucho menos conmigo.

Al escuchar eso me sentí muy bien, demasiado, o sea... no era verdad lo de ellos, y Dane quería ponerme celosa, esto era genial.

Cuando oí a Anna decir eso empeze a bailar como si estuviera batiendo crema, al hacer eso tiré un florero de vidrio al suelo. Miré lentamente al suelo y me escondí detrás de la puerta porque Anna y Dane se aproximaban.

Dane fué a ver muy rápido y pegó un empujon a la puerta y ésta me golpeó muy fuerte en la nariz, esto hizo que diera una expresión de dolor.

- ¡Ouch! - Grité, demasiado fuerte, creo que me había quebrado la nariz.

- ¡Amelia! ¡Lo siento, lo siento! - Me decía Dane mientras estaba sentado conmigo en el piso levantándome la cabeza para que la sangre no se derrame demasiado.

- Ven, te llevaré a la enfermería. - Dijo mientras me tomaba con sus brazoz como a una princesa.

- Sabes, me sangra la nariz y tal vez me la haya quebrado pero puedo caminar, e iré sola.

Me bajé de sus brazos y me tapé la nariz para que dejara de  sangrarme y me fui sola, mientras por dentro me daban muchas ganas de correr hacia sus brazos nuevamente y abrazarlo con todas mis fuerzas.

Fui a la enfermería y me revisaron, tenía que operarme esa misma tarde.

" Para: Fiona

            Oye Fiona, me tienen que operar esta misma tarde y esperaré en la enfermería, avisale a Sheila y no se preocupen que no es nada, es la nariz, una larga historia, luego te cuento, y que no venga nadie por favor, gracias."

Si, iba a esperar en la enfermería para no cruzarme a Dane, justo lo que no quería hacer pero si lo veía tal vez me pregunte por lo de hoy, es raro ver a una persona detrás de una puerta.

- Hola Julieta.

- Ah, Dane, ¿Tantas chicas conoces que ya olvidas mi nombre? - Le dije y seguí viendo mi revista.

- Oh no, lo decía porque yo soy tú Romeo. - Me dijo sentándose a mi lado  y sonriéndome con su sonrisa tan pícara y tan hermosa a la vez.

- Ja, Ja ¿Qué te hace creer eso?

- Pues, todo encaja perfectamente, te encontré detrás de la puerta en donde yo estaba con Anna y tal vez, bueno no tal vez, me estabas espiando porque estás celosa.

- ¿Qué? Ay por favor. - Dije mientras me ponía colorada.

- Está bien, supongamos que te creo.

- ¿A que viniste? ¿No te cansas de molestar a la gente?

Rió.

- Vine a ver como estabas, si necesitabas algo, fui a tu habitación y me dijo Fiona que estabas aquí.

- Mataré a Fiona. - Pensé.

- Estoy bien, ahora puedes irte.

- ¿Por qué eres así conmigo?

- ¿¡Por qué!? Simplemente porque me mandas una carta estúpida y cursi y luego estás saliendo con mi ex mejor amiga, para colmo tengo que escucharte hablar de mi y que me quieres dar celos con esa traidora, ahí está tu porqué. - Le grité rápidamente y muy enojada.

Dane se quedó quieto, sorprendido más que nada.

- Amelia... con Anna hablabamos de Amelia Heigh, la diseñadora famosa, está aquí en el hotel y competimos con ella en un concurso de diseñadores. No sé de que carta me hablas y no estoy saliendo con Anna, solo es, bueno no sé que es, estamos probando.

El corazón me palpitaba 3.000 por segundo, no sabía que decir.

Me salvó la campana, la enfermera.

- ¿Tu eres Amelia verdad? ¿Quieres empezar con la opreración?

- Si.

- Aún no. - Dijo Dane.

- Claro que si, vamos. - Le dije a la enfermera.

La operación duraba dos horas así que tenía suerte, Dane ya no estaría así.

- Vamos a empezar con la anestecia.

- Si, deme una de por vida. - Pensé.

Luego caí dormida.

15 díasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora