Los Secretos De Una Bruja 2: La Trasformacion

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Prefacio

     Esas veces en las que las cosas son tan irreales y tan reales a la vez, cuando te das cuenta de que en menos de unas horas tu vida cambia para siempre, y por siempre…

     Y es que así seria, lo podía sentir, podía sentirlo, sentir como me estaba muriendo pero como me sentía más viva al mismo tiempo, el cómo esta cosa que me estaba pasando cambiaria mi vida para siempre… por toda la eternidad…

     Sentí una opresión en mi pecho, sentí como deje de respirar por unos minutos, sentí que me estaba ahogando, quería respirar… trataba de hacerlo pero no podía, trataba de moverme, tratando de buscar oxigeno en algún lugar pero no podía moverme, no podía hacerlo… un segundo después respire…

     Me levante rápido de la cama en la que antes había estado dormida, ahora me encontraba sentada, allí estaba yo… despierta… viva… técnicamente una no muerta… pero no me sentía así, me sentía más viva, las cosas se veían diferentes, incluso olían diferentes… pero entonces lo recordé, había dejado de ser una bruja… por ley había dejado de serlo, las brujas son humanas, están conectadas a la vida y a la naturaleza, los vampiros no, había dejado de ser una bruja… ya no era más una sangre azul…

     Pero ahora recordé otro factor muy importante, Marc, no estaba en la habitación, de hecho estaba sola en esta habitación, la cual desconocía… pero no solo Marc, la orden ya sabía de lo nuestro… aquello me preocupaba, preguntándome que sería de nosotros…

     La habitación era simple, y muy linda, tenía la sensación de que estaba en la academia, por el hecho de que había vistos algunas cosas femeninas pensé que tal vez estaba en la habitación de Samanta.

     Había un espejo de cuerpo completo en una esquina de la habitación, me preguntaba ahora cual sería mi aspecto, me lo preguntaba realmente… camine hasta llegar al espejo, y ahora la cosa era… ¿esa era realmente yo? Así parecía, pero no parecía yo realmente… me veía tan diferente… parecía estar… muerta…

     Mi cabello estaba un tanto más oscuro… estaba mas pálida y mis ojos… dios… mis ojos estaban iguales, lo cual por un momento me extraño, un segundo después entendí… aun no me había atacado el hambre… aun tenía mis ojos, pero cambiarían, lo harían de un momento a otro, tarde o temprano… descubrí que temprano…

     Mis ojos ya estaban cambiado ese color miel claro que antes poseía había cambiado, se volvía más claro, y ahora eran… dorados, si… dorados… sentí que mi boca dolía… mis colmillos estaban saliendo, dejándose al descubierto, los observe por un momento, luego sentí que quería matar a alguien, tenía hambre, sin embargo trate de controlarme… cerré los ojos y respire unas cuantas veces tratando de calmarme, al abrir mi ojos de nuevo ellos ya estaban del color miel de antes, ahora estaba controlada.

     Una fuerte punzada golpeo mi cabeza y todo se desvaneció, sentía como yo me desvanecía… y en menos de un segundo… yo… yo estaba en Italia. Fuertes imágenes golpearon mi cabeza, no entendía lo que pasaba…

     Las imágenes me confundía, éramos Marck y yo en Italia, mas imágenes volaron a mi mente, pero solo imágenes nada era concreto hasta que todo un recuerdo completo golpeo mi mente…

      (Recuerdo)

     Allí estaba yo bajando las escaleras del hotel en donde me había hospedado en Italia, yo había ido a visitar Roma, había descubierto en poco tiempo que era muy hermosa.  Ese día había estado caminando por las calles de Roma, disfrutando de todo lo que me podía dar, y allí, allí fue la segunda vez que lo vi, recordaba claramente la primera vez que lo había visto, había sido en el avión, el me había ayudado.

     El me daba la espalda, me acerque a él y lo toque por el hombro, se dio la vuelta y me vio con una sonrisa de oreja a oreja, ahora puedo recordar que ese día me había invitado a cenar.

     Los días habían pasado rápido, todo había estado resultando grandioso entre él y yo, pero luego lo fui descubriendo… poco a poco me empecé a dar cuenta de que él era un vampiro, uno que muy en el fondo me había ayudado a superar un poco la muerte de mi madre.

     Había señales, siempre las había, y con esas señales comencé a descubrir que él era un vampiro… pero todo cambio. Ahora podía recordar el día en que el me borro la memoria… había decidido preguntarle ese día si era un vampiro, sabía que no estaba loca, yo era una bruja, lo sabía desde los 15 por lo cual sabia la existencia de otras criaturas.

—    Eres un vampiro… —le dije esa noche cuando caminábamos por las calles de Roma.

     El me miro un poco sorprendido, entendió que eso no era una pregunta, si no que yo ya me había dado cuenta.

—    Si… y por eso debo decirte adiós… —me dijo, sus ojos estaban cristalizados.

—    ¿Qué? ¿Por qué? —luego caí en cuenta de que los vampiros no pueden tener ni siquiera contacto con otras criaturas, no de este tipo — yo no quiero que me dejes…

—    Pero debo hacerlo… —me tomo de la cara con sus dos manos acercándome a él, pero sin juntar nuestros labios— la orden me dio una oportunidad… si no te dejo acabara mal para los dos, y no puedo permitir que te pase algo malo… yo te amo…— y ahora también recordaba eso, la primera vez que me había dicho te amo.

—    Y yo te amo a ti… —y ahora también recordaba la primera vez que yo se lo había dicho.

     Junto sus labios con los míos dedicándonos unos minutos a besarnos, a disfrutar, creyendo que sería la última vez… al separarnos, de sus ojos ya habían caído lagrimas y de las mías también…

—    Por eso es que tengo que hacerte olvidar… —no entendía lo que pasaba, luego sentí que me hundí en sus ojos, estaba a punto de bórrame la memoria — quiero que olvides que me conociste, quiero que olvides mi voz, quiero que olvides mi rostro, quiero que olvides mi olor, quiero que te olvides de mi, quiero que olvides…quiero que olvides que te amo… —sollozo ante lo que había dicho y con una ultima lagrima derramarse por sus ojos dijo— y también quiero que olvides que me amas…

(Fin del recuerdo)

     Estando de vuelta a la habitación entendí todo lo que había visto, lo que había recordado… Marc había borrado mi memoria… ¿el realmente lo había hecho? Así parecía ser…

    Inevitablemente lagrimas salían de mis ojos, el me había ocultado eso, el realmente lo había hecho… escucho como la puerta de la habitación de habré, me giro hacia la puerta, era él.

     Marc estaba allí parado en la puerta, con una expresión de infinito perdón, pero yo… ¿lo perdonaría?

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