(x)

9 0 0
                                    

Aún entonces recordaba los días de colegio, un amor no correspondido que al final fue mutuo.

Cuando me casé, me sentí la persona más feliz y dichosa de este mundo. Tenía a alguien que me amaba tanto como yo a él.
Era simplemente un sentimiento inexplicable...

Pero como la noche siempre tiene que llegar, así mismo la oscuridad de nuestros corazones nos atormentan en algún momento...

Nunca deseé que esto pasara...

...

Era de noche, aunque mis párpados se caían del cansancio, no podía conciliar el sueño del todo. De repente sentí un toque en mi hombro y sobresaltada me levanté.

-Tranquila amor, tranquila. Duerme que soy yo, mi vida.

Y como si fuera magia un cálido sueño me dió la bienvenida.

...

-Cariño, ¿nuevamente tienes que trabajar horas extras?

Ya iban días así, solo podía verlo unas horas en casa. Nunca se levantaba a mi lado y sólo sentía su cálido cuerpo conmigo en la media noche. Estaba preocupada por su salud.

-Discúlpame, cielo- Respondió un poco apurado arreglando su corbata, pues ya eran las 6:30 am y él tenía que estar en su trabajo a las 7:00 am -pero necesito esto.

-Lo entiendo- dije sin más, en un suspiro, acompañándolo con una sonrisa un poco forzada -pero por favor cuida de tu salud, nunca es bueno excederse.

Se agachó hacia mí, acercando sus labios a mi frente para dejar un casto beso con una palmadita en la cabeza.

-Te amo- esas pocas palabras calentaron mi corazón pero al mismo tiempo dejaron huellas de una inexplicable ansiedad -nos vemos- finalizó antes de desaparecer cerrando la puerta.

...

-¿Un viaje?

-Sí, nuestro jefe lo decidió por sí mismo diciendo que era lo mejor para la empresa.

Me encontraba atónita.

-Pero... ¿no crees que es muy de pronto? Quiero decir, es algo imprevisto y... Son nuestras primeras vacaciones después de mucho tiempo... - aunque trataba de esconderlo, se notaba en mi un tono de súplica y una pizca de tristeza.

-También lo pienso, pero no puedo decirle que no a mi jefe, necesito este trabajo- dijo, y su mirada cansada que estaba llena de sinceridad me impedía el seguir insistiendo.

-Si, lo sé.

Al ser un matrimonio joven, y al no poder yo culminar los estudios, necesitábamos del dinero, por esa razón se excedía trabajando para mi bien. Pero yo lo sabía, aunque él no me lo dijera, se culpaba a sí mismo que yo abandonara mis estudios, aunque siempre le aclaro que no era por causa suya.

Por eso trataba de ser lo más considerada con respecto a su tiempo conmigo y no ser una carga para él.

Aunque eso alimentaba cada vez más mi ansiedad y soledad.

...

Una semana ha pasado, él por fin regresa mañana. Ese pensamiento hacía esfumar toda la pesadilla que viví en esos 7 días. Tenía que arreglar la casa para que cuando él llegara, pudiera atenderlo con los brazos abiertos, además cumplimos un año de casados, estaba muy emocionada por ver que haría él por nuestro día.

Pero entonces lo encontré.

Al momento de limpiar su oficina, un vestido rojo sobresalía de uno de los cajones, acompañado de un juego de aretes con collar y anillo, más abajo se encontraban unos tacones bajos del mismo tono.

Mistress of the nightDonde viven las historias. Descúbrelo ahora