cap 8

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Narra Marcos
Desperté a las ocho de la mañana, me bañé y me vestí rápidamente para salir del apartamento con mis maletas en mano, pedí un taxi que me llevo hasta la casa de mi hermana, tenía cosas pendientes. Toque la puerta de esa gran casa color celeste y me abrió mi sobrina Silvia

-hola tío- saludo

-¿Cómo va todo? ¿Está tu madre?-pregunte

-todo bien y si, ya le aviso que estás aquí- respondió

La chica se retiró de la puerta y se escuchaba como adentró de la casa llamaba a su madre. Mi hermana se asomó a la puerta por fin

-hola Marcos, ¿Qué sucede?-pregunto mi hermana

-solo quería entregarte algo- contesté

Saque varios billetes del dinero que me había dado Mafer anoche y se lo di a mi hermana, guarde lo necesario para mí viaje, comida, e.t.c

-¿Por qué me das esto?-pregunto

-solo pensé en ayudarte ya que había conseguido un buen dinero anoche, es todo- le mentí

-¿Qué hiciste? ¿Por que ese taxi te espera? ¿Te vas?- preguntaba mi hermana

-si, tengo que irme ya que....tengo trabajo en Ciudad de México, pero no te preocupes, vendré a visitarlos- seguí mintiendo

Abrace a mi hermana muy fuerte y me retiré de allí

-casi lo olvido, dile a Silvita que la quiero mucho- termine de hablar

Mi hermana afirmó con la cabeza y por fin me aleje de allí, subí al taxi que me había estado esperando todo este tiempo y le dije al conductor mi próximo destino. Desde la ventanilla del auto me despedí de mi hermana la cual estaba muy confundida por mi corta visita y extraña despedida, en lo más profundo de mi siento como si no la fuera a volver a ver jamás, por eso se me hace tan difícil.

Llegué a la casa de Misael y Felipe, antes de bajarme del auto le pagué al conductor y le dije que podía irse por qué me iba a demorar un buen, por fin baje del auto y saqué mis maletas del maletero, me acerque a la puerta y empecé a tocar

-espero que ya se hayan levantado- dije para mí

Después de decir eso Misael abrió la puerta, se le veía recién levantado con esos ojos hinchados y su cabello desordenado

-¿los desperté?-pregunte preocupado

-no, no te preocupes, ya nos habíamos despertado solo no queríamos levantarnos de la cama- dijo mi sobrino

Misael se fijó en las maletas que estaban en el suelo y no dudó en preguntar

-¿Por qué las maletas?-

-¿Puedo pasar? No te preocupes, no me voy a quedar aquí- le contesté

Misael me dejó pasar adentró, deje mis maletas en el suelo y me quede allí parado

-¿y Felipe?- pregunté

-aquí vengó- contesto muy alegre el mencionado chico

Nos saludamos y tomamos asiento, Misael me ofreció algo de comer pero le dije que sería rápido con lo que iba a decir

-solo siéntate y escúchenme los dos- les dije

-esta bien, dinos que es tan importante- dijo Misael

Tome aire y empecé a hablar

-me voy de la ciudad- dije

-¿Qué?- se preguntaron los dos chicos al mismo tiempo

Sin Importar QueDonde viven las historias. Descúbrelo ahora