Ojitos Tristes - Emiliaco [Editando]

12. día de campo

EMILIO

Aproximadamente a pasado un mes, un mes de subidas y bajadas para todos aquí en la casa Mariscal.

Todos hemos sido testigos de las muchas peleas sin sentido de Mauricio contra Joaquín, y sus malditos comentarios que hieren a cualquiera.

- quítate esa ropa, pareces un zorra
- pareces estúpido mirando a la nada.
- deja de comer, estás engordando y no te quiero gordo.
- eres un inútil, no sabes hacer nada.
- deja de llorar y muévete a limpiar la recámara.

Esos y muchos más comentarios, la mayoría solo los he escuchado yo, ya que últimamente eh tratado de estar lo más cerca de Joaquín.

Mauricio no es nadie para humillar a las personas, nadie es nadie para hacerlo, así de fácil.

Ni por ser las personas más millonarias, guapas o de categoría tenemos o tienen derecho de humillar a los demás.

Nadie es más que nadie.

Últimamente las cosas en la casa de Mauricio han estado demasiado tensas, hay momentos en los que nos topamos los tres. (Joaquín, Mauricio y yo) y simplemente no soporto a Mauricio.

Ni el a mi, y eso es bien sabido por todos, así que a la mamá de Mauricio se le ocurrió la gran idea. (Nótese el sarcasmo) de salir de día de campo, todos en la casa, tanto como trabajadores como jefe.

Nosé que hizo para convencer a Mauricio pero aquí vamos todos en los coches, Mauricio va con Joaquín y su mamá delante de mi, y yo vengo detrás de él con Maria, Betty y yo.

- ¿Y si lo chantajeó? - hablo Maria una vez más, que según ella viene intentando saber por qué Mauricio acepto salir con nosotros.

- Mari, querida ya déjalo. Tal vez solo quería distraerse como todos aquí. - hablo Betty quien venía atrás

- es raro Betty...el nunca en los años que hemos estado trabajando, ni por más estresado que esté hubiera salido con nosotros. - hablo firme Maria, quien venía a mi lado. - nos odia a todos. - dijo para después acomodar su vestido.

- confirmo contigo. - dije ahora yo, dándole la razón a lo cual ella sonrió.

- admito que es raro, pero dejen al pobre de Mauricio, tal vez solo quería pasarla bien con Joaquín. - después de escuchar el comentario de Betty yo y María nos miramos y rodamos los ojos.

- con todos respeto preciosa, pero siento que Mauricio también odia a Joaquín. - dijo María, Betty iba a decir algo pero la interrumpí.

- ¡Llegamos! - dije rápidamente y me dispuse a bajar del coche y dar la vuelta, para abrirle a ambas.

Al bajar los tres del coche, y dejarlo en un estacionamiento seguro, bajamos una escaleras las cuales estaban completamente echas de piedra, nos tomamos del pequeño barandal que dividía el campo del estacionamiento.

Y una vez todos abajo, nos dispusimos a buscar una mesa para colocar las cosas que trajimos.

Pude observar que a lo lejos había unos cuantos columpios, resbaladillas y pasamanos. A mí hermana le hubiera encantado venir, pero desde que conoció a Mauricio no tolera que nadie diga su nombre.

Tal parece que mi hermana se dio cuenta de lo cruel que es, ya que cada que llegó a casa ella me pregunta.

¿Cómo está Joaquín? ¿Ya no ha llorado?

Apesar de ser muy pequeña es inteligente y es una Osorio Marcos.

Salí de mi burbuja una vez la mamá de Mauricio comenzó a hablar.