Ojitos Tristes - Emiliaco [Editando]

4. no llego

JOAQUÍN

Sentí como el sol impactaba en mi cara, poco a poco me incorpore y divisé en donde me encontraba. Estaba en la habitación, mire por todos lados y no había rastro de Mauricio me levanté lentamente de la cama. Traía dolor de cabeza y el cuello me dolía un poco, no le tome tanta importancia y me dispuse a meterme a bañar, quería relajarme un poco.

Después de unos minutos salí de la habitación de baño con una bata color beige...camine al armario y elegí la ropa que me pondría hoy. estaba apunto de darme la vuelta para cambiarme pero el espejo que trae el armario me lo impidió. Me quedé mirando mi reflejo por un momento y pude ver las marcas en mi cuello, las marcas de sus manos estaban ahí, y no podía salir así...no quería que nadie supiera lo que pasó anoche, rodé los ojos y me dispuse a buscar otra camisa que pudiera cubrir esas marcas.

Salí de la habitación y camine escaleras abajo, mi suegra se encontraba sentada en el sofá de la sala, al verme me sonrió y siguió mirando su iPod.

- ¿Cómo dormiste querido? - pregunto ella sin despegar la mirada de su aparato.

- como siempre...- respondí y camine rumbo a la cocina buscando a María, pude ver por el rabillo del ojo como rodaba los ojos.

Me es fastidioso que me pregunte siempre lo mismo si sabe que nunca dormiré bien si su hijo está molesto conmigo, aparte de que Mauricio siempre se encarga de contarle lo que hizo las noches anteriores. Y ella no parece querer llamarle la atención, así que solo lo dejo pasar.

Llegué a la cocina y afectivamente ahí ya estaba Maria, con Betty la cocinera de la casa. Al verme entrar ambas me saludaron, Maria se alejo de Betty y camino para donde yo estaba.

- ¿Quieres desayunar, ya? - pregunto ella y yo asentí lentamente, hoy quería desayunar solo.

- ¿No has visto a Mauricio? - pregunté al no ver rastro de el por la casa.

- si lo vi hace un momento, le aviso a su madre que saldría por unos problemas que hubo en la empresa. - ella me sonrió y camino a la cocina.

Mauricio trabaja en una de las empresas más importantes en la ciudad de México, es aliado de unos empresarios muy importantes, básicamente sale todos los días a la empresa a checar que todo valla bien, nunca me informa nada, si hay algún problema nunca me lo hace saber, en los últimos meses no se nada de su vida, el hombre con el que duermo se esta volviendo en un completo desconocido y el tampoco se ve con el interés de contarme.

Maria llegó con el desayuno y lo coloco en la mesa, se sentó aun lado mío y me miró.

- ¿Que pasa? - pregunté al ver que no me despegaba la mirada.

- ¿Que pasó anoche? - su pregunta me desconserto un poco y la mire frunciendo el seño.

- ¿De que hablas? -

- Mauricio bajo un poco preocupado de la habitación...se detuvo un momento con su mamá y hubo algo que llamo mi atención. -

- ¿Qué? - me atreví a preguntar

- dijo que no se había podido contener. Que tú lo estresabas fácilmente - yo la mire por unos segundos y desvíe la mirada hasta el plato de comida.

- nosé por qué dijo eso. - fue lo único que pude decir. Sinceramente me dolió que Maria me haya dicho que Mauricio había echo ese comentario.

- sabes perfectamente, Joaquín tu rara vez usas esas playeras. Y resulta que las usas los mismos días en el que el baja preocupado de la habitación. - se que Maria no es tonta es más lista de lo que ella misma piensa, y no puedo ocultar nada con ella. - ¿Me dejarías ver? - pregunto refiriéndose a mi camisa de cuello de tortuga. Yo asentí.