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Hace tiempo había pasado desde que aquel incidente ocurrió, Edward temblaba de miedo ya que su alfa le había amenazado. Había dicho que si un día se le ocurría delatarlo lo degollaría y lo descuartizaria para después el alfa suicidarse y seguir con el infierno de Kaspbrak en el infierno, algo bastante irónico ya que el infierno sería al menos la paz de Eddie. Ese día el joven tenía que ir a una cafetería cerca de ahí a hablar con él gerente que era socio de su alfa, el castaño salió de casa, aún le dolía ahí abajo y caminaba erguido por el dolor. Al llegar al establecimiento preguntó por el gerente, tenía que esperar unos 30 minutos para que este saliera pero vio al chico de la otra vez, si bien Eddie recordaba su nombre era Richard, Richard Tozier. Eddie se acercó a él y le dijo un suave hola casi en susurro.

–Oh, ¿disculpa?–el alfa se veía ocupado en otra cosa hasta que se dio cuenta de que la persona que le hablaba era aquel lindo omega de la otra vez–Oh, ¿que haces aquí?, sabes perdón por ignorarte, estaba un poco ocupado con mi agenda de hoy

–Ya veo, yo solo vengo a un asunto de trabajo–El alfa de lentes lo vio un poco con desagrado y esto a Eddie le provocó un poco de triztesa y vergüenza–N-no es lo que piensas, otro trabajo que tengo. Por cierto ¿tu en que trabajas?

–Que pregunta tan repentina pero la contestaré, soy el próximo dueño de una de las mayores empresas del país, para ser exactos, una cadena de música muy conocida por aquí–sonrió el alfa, tenía curiosidad del por qué aquel omega estaría en un establecimiento del "alto rango"–¿Quieres después de que termines tus asuntos tomar un café?

–¡Sí!, digo s-si, disculpa mi atrevimiento y perdón si te quite tiempo con lo de tu agenda–el castaño omega río nervioso, estaba embobado con Richie, lo tenía que admitir pero tal vez el ya tenía una novia y nadie se fijaría en un omega de tan bajo rango–Yo ya casi salgo de este asunto, si es que quieres saber, jeje...

–No te preocupes por mi tonta agenda, prefiero pasar tiempo con este lindo omega–el contrario se sonrojo por sus palabras, ambos platicaron por varios minutos unos 10 para ser exactos–Bueno Eddie...

–Omega, le habla el gerente–dijo el mesero–

–Vale ahora voy–le dio una cálida sonrisa que el mesero correspondió–No se cuanto tarde pero si gustas puedes ir ordenando primero, ahora vuelvo

–Te esperare lo que sea necesario pequeño, ahora debes irte–abrazo al omega y se dispuso a sentarse en una de las tantas sillas del local–

Eddie fue a donde el gerente se encontraba para después hablar sobre asuntos personales, a él pequeño se le hacía incómodo estar con alfas pero con Richie era diferente, aún así después de un rato ambos habían terminado con aquellos asuntos tan importantes que Uris le ordeno a Eddie a hacer.

–Salí al fin, oh si me esperaste–río un poco–fue muy lindo de tu parte, mi alfa nunca me espera en nada je...

–¿Tienes alfa? Pensé que no tenias–esto decepcionó al de cabello oscuro–Ese no es el caso, que mal que tu alfa no te espere en ninguna ocasión, ¿por qué eso te hace tan triste?

–Bueno mi alfa no es un ejemplo a seguir que digamos, tal vez así son todos los alfas y yo solo juzgo al mio–solto una risa nerviosa, esa voz sonaba triste y Richie se dio cuenta–Mi alfa es muy posesivo pero no lo culpo, soy su primer omega, eso creo. ¿Tu tienes omega?

–Eddie no te dejes tratar así por tu alfa, no creo que sea correcto, al menos para mi es así–le dedico una sonrisa, trataba de hacerle abrir los ojos ahora que sabía que el omega estaba en constantes abusos de su alfa–Y no, no tengo omega, solo que mis bobos padres piensan que casarme con la omega Marsh sería buena idea, ya sabes, padres

–¿¡La famosa actriz Beverly Marsh!?, wow eso es realmente asombroso–se notaba que el pecoso quería desviar el tema de su alfa por miedo a las consecuencias–Tu deberías reconciderar la idea

–No tengo tiempo para omegas fastidiosas, además estoy interesado ya en un omega–obviamente se refería a Eddie pero este no se daba cuenta–Eres bastante curioso

–¿Quien es ese omega?, gracias por decir que soy curioso–bebió un poco la malteada de vainilla que este había pedido–También eres interesante

–No quiero que me descubra pero solo digo que es un omega muy lindo con lindas pecas y bonitos ojos color miel–estaba describiendolo pero de nuevo este no se daba cuenta–No soy para nada interesante pero gracias por el cumplido

–Claro que lo eres, eres bastante interesante y divertido–en ese momento recibió una llamada de su alfa, tenía que irse ya o tendría severas consecuencias–Tengo que irme Richie, toma–saco un billete de 50 dolares y lo dejo en la mesa–

–No, toma es tu dinero, yo pago–le devolvió el billete junto a una tarjeta, suponía que era de el–Ahí esta escrito mi número, adiós Eddie, llámame cuando puedas

–Adiós Richie–tomo sus cosas le dio un pequeño abrazo y se fue del local corriendo–

El alfa se preguntaba que tantos secretos escondía aquel omega, tenía curiosidad de lo que aquel omega ocultaba y lo iba a descubrir, terminó su café salió del local y fue a su trabajo. Mientras tanto, el omega estaba corriendo por todas las calles hasta llegar a la casa de su alfa tenía miedo de que le pegara o incluso violara ahora solo le quedaba de una, rezar por que nada malo le sucediera.