La sala roja

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Stella

Tommy y Auggie volvieron, todas sus familias estaban contentas por su regreso, por todo el pueblo corrió la noticia, algunos se sorprendieron sin darle mucha importancia, en cuanto otros nos tachaban de brujos por controlar demonios según ellos. Aún así tratabamos de ignorar esos comentarios, en todo caso de mi siempre estaban diciendo cosas. Pero lo más importante era que sólo faltaban dos historias más para que toda está horrible pesadilla terminé.

Había sido un día cómo cualquier otro, me encontraba sentada afuera de la escuela esperando a que Auggie llegará para ir con los demás, mientras pensaba en lo difícil qué sería para él, Chuck y Tommy recuperar un año perdido de su vida.

- Stella... Me llamo Auggie captando mi atención.

- Al fin llegas, ¿Cómo te fue? Le pregunté ya que me había parecido toda una eternidad haberlo estado esperado.

- Mis padres siguen hablando con la directora, pero por lo que entendí me hará válido el año anterior, solo están hablando si me incorporo en este o lo iniciaré el próximo año. Me dijo Auggie.

- Bueno esperemos y todo salga bien, ¿Ya te vas a tu casa o esperarás a tus padres? Le pregunté antes de irme a mi casa.

- Voy a casa, recuerda que los acompañaré al hospital. Me dijo Auggie recordándome lo que habíamos acordado hoy en la mañana.

Regresamos a nuestras casas para arreglarnos, acordamos vernos en la estación de autobús para viajar al hospital y vaya que fue un viaje muy divertido. Los cinco nos la pasamos riendo, me sorprendía que después de todo esté tiempo al fin estuviéramos juntos a excepción de Chuck, quien íbamos en camino a regresarlo. Nuevamente estaba sentada al lado de Ramón y me sentía tan feliz de tenerlo porque sin él y su apoyo nunca abría vuelto a ver mis amigos.

- Al fin llegamos, pero ¡Como rayos le hace el sheriff para siempre llegar puntual! Se quejó Ruth cuándo recién bajamos del autobús.

- Porque él tiene patrulla, y puede tomar el camino que quiera. Le respondío Tommy.

- Bien chicos apurence, que todavía falta un joven por regresar. Nos dijo el sheriff con su típico tono autoritario.

- Sólo una pregunta ¿Hasta cuándo nos seguirá vigilando? Le pregunto algo molesto Ramón por su constante vigilancia y principalmente a él y no lo culpo, yo estaría igual si alguien me estuviera vigilando todo el tiempo.

- Él tiempo qué sea necesario, yo soy él sheriff y la seguridad de este pueblo me pertenece. Respondió en un tono arrogante.

- Vamos, ya falta menos, intentemos dejar de estar peleando ¿Quieren? Les dije para intentar calmarlos y proceder con la lectura de la historia.

- Stella tiene razón, así que apurence que no nos van a dar tanto tiempo el hospital. Dijo él sheriff volviendo a retomar su autoridad.

- Buen día Sheriff, pasen por aquí. Sólo espero que los jóvenes no intenten escapar de nuevo. Menciono la enfermera en tono burlón por nuestra huida la última vez.

- Por eso estoy aquí, y espero comprenda que no debe interferir pase lo que pasé. Le explicó él Sheriff.

- Entendido. Respondió la enfermera.

- Bueno chicos empezaré. Nos dijo Ruth un poco nerviosa por lo que fuera a pasar.

La sala roja

Silencio en la habitación, las paredes se pintaban de rojo. A lo lejos se podía observar a una mujer deforme que caminaba hacia nosotros y entre más se acercaba se podía escuchar qué decía "este es un lugar maldito" pero ¿Porqué decía eso? Malditos fueron los que por su apariencia la usaron para el mal, pero ella no tenía culpa alguna.

Cuándo finalmente la tuvimos de frente
su panza se empezó a moverse cómo gelatina y todo su cuerpo empezó a desintegrarse para así conseguir una vida tranquila, libre de prejuicios. Pero antes de desaparecer completamente, Chuck Steinberg salió del interior de su estómago hacia su dimensión y la mujer desapareció sin decir más.

- ¡Chuck! Le grite apenas terminó Ruth de leer la historia.

- Ehhh ¿Y la mujer dónde está? Y ¿Qué hacemos aquí? Deberíamos escondernos. Dijo Chuck bastante alterado.

- Hermanito cálmate, todo está bien. Le dijo Ruth tratando de tranquilizarlo mientras lo abrazaba.

- Estoy confundido. ¿Tú qué haces aquí? No te habían atacado las arañas. Le dijo Chuck recordando el accidente de Ruth el año pasado.

- Gracioso. Respondió tristemente Ruth.

- Me alegra verte amigo. Le dijo Auggie cuándo se acercó a él.

- Auggie tú también. Reclamó chocando puños. - Pero enserio, quiero respuestas. Dijo Chuck todavía confundido.

- Vamos, te lo explicamos afuera. Le dije para tranquilizarlo y salir de una vez del hospital, alejándonos de esa arrogante enfermera.

Me encargué de explicarle la situación a Chuck, estaba muy confundido pero parecía comprender lo sucedido. Todos los desaparecidos del año pasado al fin habían regresado, mis amigos estaban reunidos, y los espíritus malignos eran libres, sólo faltaba arreglar un asunto pendiente con la familia Bellows pero con lo ocurrido el año pasado no sé si sería una buena idea involucrarnos con esa familia nuevamente.

Mientras tanto íbamos en el autobús de regreso a casa, todos estaban contentos; Ruth estaba sentada  al lado de Tommy al parecer intentarían lo de su relación otra vez, Auggie y Chuck viajaban juntos hablando de su experiencia sobrenatural y del tiempo pérdido,en cuanto a mí me encontraba junto a  Ramón recargada en su hombro, él estaba tranquilo pasando su brazo por mi espalda, me sentía tan cómoda a su lado pero una parte mía deseaba que hubiera más que sólo una amistad entre nosotros, pero decidí no darle importancia y aprovechar el momento viendo el horizonte por mi ventana.

Después de la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora