Aún están ciegos: Beth

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Mate a un anciano que trato de detenerme, parecia ser un policía... Es extraño porqué antes pensaba que ellos me salvarian de Frederick, pero ahora me persiguen y me apuntan con armas. No me gustan para nada las armas, por eso no tuve más remedio que hagarrar su cabeza y romperla contra una pared. Pobre, pensó que yo era el peligro.
¡¿Acaso nadie puede ver qué el peligro es esta pecadora mujer ?!
Nadie lo veía y nadie lo ve, incluso cuando mate a Frederick muchos lloraron su muerte, yo no soy el peligro y se los demostraré, pero antes, voy a deshacerme de este policía que está siguiendo mis pasos.
Quieren detener esto, pero nadie lo hará mientras siga respirando.

Historias de la ciudad de Redil. [Inicio del legado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora