Redención

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Mi nombre es Beth y han pasado once años desde que ví la luz del sol.
Todo empezó ese domingo en la tarde cuando fuimos con mi familia a la iglesia a conocer al cura Frederick, ya que mi familia era demasiado cristiana y les gustaba ir y recibir el sermón del padre, parecía un hombre simpático, aunque los demonios siempre lo aparentan ya que al día siguiente dos hombres me secuestraron mientras jugaba en el parque con mi madre.
Me taparon la cabeza con una bolsa y me metieron en su camioneta mientras mi mamá gritaba y corría tratando de alcanzarlos, pero ellos la perdieron..
Al llegar a un lugar muy grande y oscuro, me encadenaron y simplemente esperaron horas mientras me veían colgada ahí.
Al caer la noche, escuché la puerta de atrás abriéndose y un sujeto caminando y riendose mientras que decía "consiguieron a la elegida muchachos, muy bien ".
Y los dos sujetos riendose como niños recibiendo las felicitaciones del mismísimo padre que el día anterior no me sacaba la mirada de encima, estaba ahí preparándose, puso en su radio la música de aleluya en coro, se puso guantes de goma largos, cambió su ropa y se puso un delantal de cuero y coloco muchas herramientas en una mesa mientras le decía a los otros dos sujetos que se largaran ya que ellos harían solamente la limpieza.
De la mesa sacó un bisturí y empezó a cortarme mientras yo gritaba de agonía el simplemente decía "esto es obra de Dios"y se ponía a leer su biblia en voz alta mientras seguía cortando cada parte de mi cuerpo y cuando terminaba, él simplemente decía que me vería al día siguiente y así estuve por tantos años, pensando que hice para merecer esto. Cuando el padre se iba, los otros sujetos traían elementos para coser mi cuerpo y me limpiaban con una manguera y una esponja. A veces me cortaban el cabello y las uñas, disfrutaban hacerlo.
Ellos me alimentaban con pan y agua simplemente por qué el padre les ordenó hacerlo.
Después de varios años, pensé que iba a llegar el día en el que pueda morir y descansar de una vez por todas, pero tuve una señal del mismísimo señor, su luz me iluminó el rostro y esa fue su señal, yo ya tenía las fuerzas para liberarme de mis demonios y entonces cuando el cura terminó esa tarde de cortarme le dije una blasfemia para que así introdujera su bisturí en mi cadera y ahí poder usarlo despues contra los dos sujetos que me bajaron para alimentarme.
En ese momento ellos estaban por levantarme y aproveché para sacar el bisturí de mi cuerpo y así cortar el cuello de uno y al otro, petrificado de horror al ver a su hermano ahogarse con su sangre, tardó en sacar su arma y así pude tirarlo fácilmente y lo golpeé hasta sentir sangre y huesos molidos en mis nudillos, recordé que debía alcanzar al cura ya que el no debía escapar de sus pecados. Corrí lo más rápido que pude para alcanzarlo y le dispare en ambas piernas antes de que subiera a su auto y en ese momento, Dios estuvo conmigo y él me guiará para purgar a más demonios de esta ciudad pecadora empezando con el padre Frederick...

Historias de la ciudad de Redil. [Inicio del legado]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora