The dark castle (en proceso)

Capítulo 1

Un rayo de sol me despertó suavemente. Helen había corrido las cortinas silenciosamente. Ella ya estaba vestida con una camiseta blanca con mangas largas y unos pantalones azul marino.

- Despierta, tenemos que ir a almorzar. Dijo ella.

Me puse lo primero que encontré en mi armario: un jersey fino y ancho, de color gris, con unos tejanos negros.

Salimos en cuanto me arreglé, y fuimos a la mesa del otro día, donde ya estaba Lacey. Ella nos saludó y empezamos a hablar. Justo cuando empezé a pensar en cuándo llegaría el chico del otro día apareció y se sentó, saludándolos sin especial interés. Unos pocos minutos después sus dos amigos aparecieron, y empezaron a hablar con él.
Entonces, Helen les preguntó cómo se llamaban.

- Yo soy Dylan, ella es Melissa y él Henry. Respondió el otro chico.

Nosotras nos presentamos y empezamos a hablar todos. Dylan y Melissa eran de primero, y Henry de segundo. Por lo visto, él y Dylan eran compañeros de habitación, y Melissa ya conocía a Dylan antes de que vinieran aquí.

Cuando acabamos de almorzar, fuimos a pasear alrededor del castillo. Nos sentamos los seis cerca de un pequeño lago que había allí.
Henry nos contó que su compañero de habitación del año pasado se había ido a estudiar a América porque habían trasladado a sus padres, y que por eso habían puesto a Dylan en su habitación.

Después de hablar un rato, seguimos andando. Los terrenos del castillo eran bastante grandes, y ayer mis amigas y yo no los habíamos visto bien. Una vez acabamos de ver el exterior, entramos.
Por el día, se veía bastante más luminoso, gracias a que entraba mucha luz por las ventanas. Había un montón de puertas cerradas con llave, y sin ventanas para ver que había dentro. También había aulas sin nadie dentro, ya que las clases no empezaban hasta el lunes. Casi todos querían salir otra vez, menos Henry y yo. Aproveché para decirles que salieran ellos y nosotros nos quedaríamos dentro. No porque me gustara Henry, simplemente me parecía un chico interesante.

Mientras los otros se iban, me pareció que Henry miraba mucho a Melissa, aunque tal vez solo me equivoqué. De todos modos, no tenía nada de malo que la mirara.
Seguimos andando, y llegamos al final de un pasillo, donde había una puerta aparentemente resistente. Nos sorprendimos al escuchar un golpe seco. Aunque se escuchó un poco lejano, estaba claro que venía de dentro de la habitación. Estuvimos un par de minutos esperando por si escuchábamos algún otro ruido, pero no se escuchó nada más.

-¿Quieres que vayamos con los demás? Dijo Henry.

-De acuerdo, si te apetece...

Había mucha más gente fuera que dentro del castillo, y tardamos unos minutos en localizar a los demás. Estaban sentados en un banco, charlando. Cuando llegamos con ellos, Helen estaba contando algo. Al acercarnos, nos preguntaron a Henry y a mí si creíamos en los fantasmas. Él respondió que no, y yo dije que no estaba muy segura. Por lo visto, Helen y sus amigos de su pueblo creían haber visto uno, aunque no estaban seguros, ya que podría ser cualquier cosa. Lacey y Melissa discutían abiertamente sobre si era un fantasma o no: la primera decía que podría ser perfectamente, mientras que la segunda negaba rotundamente la existencia de los fantasmas.

- Meli, no sería la primera vez que alguien ve un fantasma, no entiendo porqué no lo ves posible.

- Lacey, la ciencia no explica la existencia de los fantasmas, y no está demostrado que existan. ¿ No entiendes que podría haber sido cualquier otra cosa?

Melissa parecía ser la que estaba más convencida de que no era un fantasma, y Lacey la que más creía que lo era.
Henry estaba de parte de Melissa, y eso me hizo sentir un poco... ¿celosa? ¡No! No tenía sentido que yo me sintiera celosa, para eso tendría que gustarme Henry...

- Deberíamos ir a comer ya, las interrumpió Helen hambrienta.

Nos sentamos todos juntos en la mesa y comimos mientras conversábamos sobre montones de temas estúpidos.
Durante el resto del día no ocurrió nada interesante, a parte de cuando, por la noche, me pareció oír un golpe parecido al que había oído cuando estaba con Henry, aunque Helen estaba durmiendo, así que imaginé que ella no había oído nada, y decidí volver a dormir.

El siguiente día también fue completamente irrelevante hasta por la tarde. Nos encontrábamos Dylan, Melissa, Henry y yo en la entrada del castillo cuando se oyó un ruido muy fuerte, como si algo muy grande y pesado cayera al suelo. No era como los demás golpes que habíamos oído, era muchísimo más potente. Unos minutos después el director nos convocó a todos para prohibirnos estar dentro del castillo. Helen y Lacey, que se habían quedado en la habitación de la segunda, también habían oído el ruido, aunque no nos extrañó, ya que fue tan fuerte que era imposible que no lo hubieran oído.

Ese día quise dormirme temprano, debido a que al día siguiente empezaban las clases.

Holiiiiii, soy la autora de este libro. Dudo que esta historia reciba mucho apoyo, es la 1a que escribo y espero poder hacer una historia decente y que alguien pueda disfrutar. ¡Gracias por leer!❤