Eros abrió la puerta de su apartamento con dificultad mientras cargaba las bolsas del super, empujó la puerta con la cadera y caminó tambaleándose hasta colocar las compras sobre la mesa. Buscó a Ashton con la mirada y sonrió cuando lo vio entrar al living con una toalla alrededor de su cuello.
"Hola mi amor, me hubieras llamado." Saludó el alfa estirando sus brazos hasta rodearlo y le plantó un suave beso.
"No sabía que estarías despierto." Eros le quitó la toalla y la pasó sobre su cabello mojado comenzando a secarlo.
El omega se estiraba lo más que podía mientras que el alfa se encorvaba sin ser capaz de decirle que estaba muy incómodo. Eros amaba hacer esas cosas; secar su cabello, abotonarle la camisa, quitarle la corbata porque aún no aprendía a atarla.
"¿Cómo te fue? "¿Cómo están tus padres y Olivia?" Preguntó y agradeció mentalmente cuando Eros lo llevó hasta el sofá.
"Papá se dejó crecer un bigote espantoso." Eros rio peinando su cabello con sus dedos. "Parece un pervertido, mamá dice que le encanta pero es mentira porque no lo deja besarlo."
Ashton soltó una carcajada, el omega trepó a su regazo y le apretó las mejillas con la mirada seria.
"Si llegas a tener un bigote así, te dejo."
El alfa asintió apretando su caderas, Eros alzó una ceja con la mirada coqueta. Sus dedos viajaron hasta el elástico de su pantalón deportivo y lo miró.
"¿Por qué no llevas ropa interior?"
"Quería ver quien había llegado." Ashton susurró quitándole el suéter.
"¿Quién más tiene llaves de nuestro apartamento?" Eros comenzó a pasar sus dedos por los abdominales del alfa con una sonrisita.
"Me atrapaste." Habló con la voz ronca enviándole escalofríos, hundió su rostro sobre su cuello y lamió su mordida haciéndolo jadear.
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Eros despertó solo enredado entre las sábanas, el reloj marcaba las cinco de la tarde y se sonrojó ¿tanto tiempo duraron? Contó mentalmente los días para su celo cuando reaccionó.
No había tomado las pastillas.
No habían usado protección.
Se destapó y miró su abdomen horrorizado, no quería un hijo todavía, quería hacer tantas cosas, viajar y recorrer el mundo ¡estaba en su primer año de universidad! Sin mencionar que quería ser el centro de atención de su alfa por muchos años más. Se rascó la mordida preocupado y desnudo se paró frente al espejo.
"Mierda mierda mierda mierda." Susurró mirando su vientre plano, estaba en su mejor forma y un bebé sólo arruinaría todo. ¿Su madre habría pensado lo mismo? Pero su madre se veía fantástico desde que nació, aun tenía esa cintura de infarto a la que a él le había rogado a los dioses tener y que por suerte había salido victorioso, pobre Olivia tenía la cintura de su padre.
Se metió al baño, tenía ganas de vomitar y eso lo alarmó incluso más. Se metió bajo la fría regadera cuando lo escuchó entrar apurado.
"¿Qué pasa?" Ashton respiraba con rapidez, Eros se mordió el labio inferior que comenzó a temblar. "¿Omega que tienes?" Alargó su brazo cerrando la llave. "Estás temblando ¿por qué te estás bañando con el agua fría? Está nevando."
