cuatro

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         Luka les había robado a las primeras personas que había conocido de aquel lugar.

   En su defensa, necesitaba un lugar más frío para dormir, se estaba derritiendo afuera. Y la heladería le parecía un lugar hermoso para dormir.

   Claro, seguramente muchas personas refutarían su concepto de "hermoso para dormir" pero aquellas personas probablemente no compartirían su situación, así que dijeran lo que le dijeran, él seguiría pensando que dormir en la mesa de una heladería, con el suave resonar de las maquinas y el frío tipico y necesario de las heladerías, era absolutamente un lugar hermoso para dormir.

   Durmió placidamente, sin pesadillas despertandolo constantemente, simplemente sueños tranquilos que no recodaría a la mañana siguiente.

   Tal vez debió haber previsto lo que pasó a la mañana siguiente, después de todo, con la desgracia pisandole los talones, una buena noche de sueño tenía que ser pagada con algo, ¿verdad?

   Así que Luka se despertó con una sonrisa tirando de sus labios, se desperezó haciendo crujir su espalda y desayunó helado de chocolate con chips y salsa de chocolate (y si exageró un poco con las tres cosas, nadie tenía porqué enterarse).

   Era una buena mañana, así que él simplemente estaba tarareando alguna canción de su infancia, incando cada tanto la cuchara con la que se servían los helados en los enormes potes llenos de la mercadería y bailando al son de su propio tarareo.

Era la buena vida.

Eso hasta que vió el reloj.

   Porque a las once de la mañana el lugar debería estar rebosante de gente, los trabajadores deberían estar en sus puestos, llenos de falsas sonrisas y respondiendo cada pregunta, tendría que haber niños corriendo de sus padres y lloriqueando para que sus padres les compraran cosas y Luka no veía a ningúna manada de adolescente pululando y riendo de tonrerías.

  Pero lo que al castaño más le precupaba, era no ver a ese trío extraño de adolescentes y niño ocupandose de la heladería e interrogandolo sobre vada palabra que salía del aparato.

   Fue por eso que, inflando el pecho,  armandose de valor y tomando sus pocas pertenencias entre sus manos, que salió a investigar lo que ocurría.

   Sus ojos se abrieron de par en par cuando vió el primer candado en la puerta principal, y estuvo varios minutos para entender que el cartel que colgaba de las luertas clamaba "cerrado temporalmente por reparaciones".

   Luka hizo un mohín con sus labios y pateó el suelo como un niño pequeño, de todas formas nadie lo estaba viendo.

   Suspiró frustrado y pegó la frente contra la puerta, pensando en alguna solución.

   La idea de quedarse en silencio sin hacer nada dentro del lugar se presentó por unos momentos antes de ser rápidamente desechada. No sabía la fecha en la que abrirían de nuevo el lugar, por lo que no sabía cuanto tiempo se quedaría sin comida (no es que le molestara desayunar, almorzar y cenar helado, pero temía que llegara el día en que se hartara de este y se convirtiera en su postre odiado) y además, las personas de mantenimiento probablemente aparecerían muy pronto y corría el peligro de que lo descubrieran. Y por último, estaba el peligro de que cortaran la electricidad y el agua lara las reparaciones.

   Tenía que salir de ahí.

   "Tal vez debería haberme pensado mejor el plan de venirme a Estados Unidos" el pensamiento le pasó fugaz por la cabeza. Frunció el ceño y lo descartó rápidamente, cualquier problema que se le estuviera presentado en ese momento era mejor que todos los peligros que su país natal aguardaba para él.

   Y fue ese mismo pensamiento que lo hizo reaccionar.

  Separó bruscamente su frente de la fría puerta y sonrió mientras las ideas se entrecruzaban en su mente.

  "Es un pueblo pequeño, no será dificil" se dijo a sí mismo comenzando a caminar.

  Caminó por el comercio hasta dar con una ventana, al encontrarla, se acercó a ella y tras pelear un rato logró abrirla. Pasó sus pertenencias al otro lado antes de impulsarse a él misml fuera del que había sido su refugio por varios días.

  Se dió la vuelta para verlo una vez más antes de agitar pequeñamente la mano y comenzar su nuevo camino.

  "Es un pueblo pequeño" se dijo otra vez para darse animos "los encontraré".







Gif hecho por: -vtexm







Hola! Tardé mucho, lo sé, mil disculpas y gracias por esperar♡

Por suerte ya tengo el proximo capítulo pensado.

En fin, sería agradable que comentaran, votaran y me siguieran, y tal vez hasta pasarse por otra de mis hiastorias.

Saludos! Gracias por leer.

— eraato

RUSSIAN BOYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora