Prólogo

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Edward y Sarah entraron en la habitación acompañados de dos guardias. Cuándo por fin, Edward comenzó a hablar.
–Hija, tenemos algo para ti
–¿Enserio? ¿Es otro de esos vestidos pomposos y calurosos que no soporto?
Sarah odiaba que su hija dijera eso, ya que era de la realeza, debía vestir con esos hermosos vestidos y no vestir como si acabara de salir de un cubo de basura
–Que dices hija, son super bonitos y cómodos– Dijo Sarah, ofendida.
–Mama son un as-
Edward interrumpió con su grave voz y dijo:
–Esto es para ti, están migrando ya que su galaxia está siendo destruida, cuidalo bien.
–Eso es...?
–¿Un Glimir? Si.

Mi misterioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora