Capitulo 2

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"UN GRAN AÑO"... (NÓTESE MI SARCASMO)

Mi mejor amigo pareció olvidarse de mí por completo, pues no supe nada más de él en los días y semanas siguientes.

Mi madre intentó tranquilizarme más de una vez diciéndome que él estaba pasando por un momento difícil con su nueva familia. Que tenía que entenderlo y dejar que se acostumbrará a su nueva vida. 

Y bueno yo intenté no culparlo, siendo honesta si un día de estos llegara mi madre y me dijera que se va a casar con un hombre totalmente desconocido y que tendremos que mudarnos a otro país de la nada yo también estaría en shock.

No fue hasta que terminaron las vacaciones y regresé al colegio cuando noté que él era mi único amigo, la única persona a quién realmente le hablaba en la escuela. Estaba tan concentrada riendo con él en los almuerzos, copiandole las tareas por la mañana antes que de comenzarán las clases, estudiando para los exámenes y haciendo trabajos por la tarde en su casa. Que simple y sencillamente no me preocupó tener otro amigo.

En todos estos años no me di cuenta de que ese pequeño niño de ojos mieles que un día llego a mi vida huyendo se había adueñado por completo de ella.

Supongo que en esos momentos creía que él era lo único real y confiable en mi vida. Esa persona que nunca se iría, que nunca me dejaría. Quién estaría ahí para mí en las buenas y en las malas.

Supongo que volví a equivocarme. 

— ¿Es cierto que Rayment se fue? — me preguntó Ryan  parándose enfrente de mí lugar antes de que iniciara la primera clase del día.

— Si — contesté sin mucho ánimo y sin apartar la vista de mi nuevo libro, mi único compañero desde hace algunos días.

— Es raro. Por un momento pensé que Kyler te llevaría con él, como parecias su zorra personal — hablo alzando la voz con un tono burlón logrando que algunos de los presentes en el aula se rieran de mí por su comentario.

— ¡Óyeme imbécil! — contesté a la defensiva poniéndome de pie al instante para enfrentarlo.

— Óyeme tu a mí, recuerda que ya no tienes a tu perro guardián para que te defienda — se inclino ligeramente hacia a mí para intentar intimidarme — Así que si yo fuera tu mejor aprendía a controlar mi boca

— Si tú fueras yo, sería patética y te recuerdo que yo no necesito a nadie que me defienda. Yo sola puedo contigo y con el resto de idiotas que andan detrás de tí besándote el trasero.

— Será mejor que te cuides Angel

— ¿Es una amenaza? — lo rete ladeando la cabeza un poco para provocarlo

— No, una advertencia — sentenció taladrandome con la mirada

— Bien, pues ahí te va una sentencia. Si no cierras la boca y dejas de joderme en este instante terminaré pateandote las bolas, si es que tienes unas — le advertí sin titubear. Consiguiendo que algunos de sus amigos se burlaran de el.

¡Ah Ryan! mi maldito grano en el trasero. 

Todas las personas tenemos diferentes maneras de lidiar con el rechazo. Unas lloran, otras se enojan y unas cuantas más se alejan. Pero en cuanto a mí odioso «tormento personal» como lo llamaba en algunas ocasiones. Ryan era diferente, el lidiaba con el rechazo hostigandome aún más. 

Supongo que para algunos chicos el rechazo simplemente no es una opción. 

El moreno me había invitado a una cita hace más de dos años. La cual rechaze inmediatamente por varias razones. 

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⏰ Última actualización: Dec 13, 2021 ⏰

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ᴄᴏᴍᴏ εɴᴀᴍᴏʀᴀʀรᴇ ყ ɳᴏ ɱᴏʀɪʀ εɴ εʟ เɴᴛᴇɴᴛσ •|  ᵉᵈⁱᵗᵃⁿᵈᵒ ᵃᶜᵗᵘᵃˡⁱᶻᵃᶜⁱᵒⁿᵉˢ ˡᵉⁿᵗᵃˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora