—Marica. —habló Jungkook entre hípidos hecho bolita en el sofá mientras todos lo observaban atentos—. ¿Si se acuerdan de Brayan? —preguntó mientras se sonaba con un pañito clinex.
—¿Del qué usted estaba tragado? —preguntó Yoongi y los demás asistieron.
—Él me pidió el cuadre hace dos semanas. —empezó a llorar a lo marica—Y yo le dije que sí. —hipó aún llorando—. ¡Y AYER LO VÍ GOZANDOSE A UNA VIEJA! —y empezó a llorar demasiado fuerte.
—Pero nea, usted sabía que eso iba a terminar mal. —suspiró Seokjin y le sobó la espalda.
—¡PERO YO ESTABA TRAGADO DE ÉL! —chilló mirando al techo y ahogándose en sus propios mocos—. ¡EL MAN ES HETEROOOO! —dijo las o en diferentes tonos de tristeza y decepción.
Todos miraron a Namjoon preocupados y él bufó—. Y traigo empenadas. —dijo a regañadientes y salió mientras todos sonreían.
...
—Llegué, malparidos. —Nam entró con una bolsa llena de empanadas y dos Coca-Colas—. Bueno ¿y qué? —expandió las fosas nasales sin saber qué hacer al verlos a todos dormidos al lado de Jungkook. Pero acercó la bolsa a sus caras y se despertaron supremamente rápido para empezaron a comer como bestias (dijo mi amá)—. Parece que no les diéramos de comer en esta casa. —bufó recordando tambien a su madresita cuando estaba pequeño.
