Todo inició una noche, durante su viaje de vacaciones de invierno, al son de la música elevada, las bebidas alcohólicas y los cuerpos de parejas que se movían en la zona de baile.
Ella lo miraba de reojo y él no dió muchas vueltas al asunto. Ella tenía novio, él no tenía a nadie. Dos almas opuestas pensarán, pero no, las apariencias engañan y esos tres días que tuvieron para los dos fueron más que una aventura amorosa.
Lástima que su destino no era estar juntos, no en ése entonces, y ella partió a la ciudad, él prometió amarla para siempre pero no contaban con que dentro de unos años volverían a reencontrarse... Ella cambió, él tal vez no... Sin embargo, el amor es como el fuego, te puede quemar si no tienes cuidado... Una pena por ellos porque es lo último que saben.
Trama: Nos cuenta la historia de Amy desde sus 12 años, pasando por situaciones difíciles desde su corta edad viviendo en una familia rota. Ella aprende a madurar rápidamente, y con el paso de los años se convierte en la copia de su padre, fría y mentirosa. Aún así, el amor toca su puerta, sin embargo no es tan fácil y mágico como ella desearía.
¿Por qué la recomiendo? No tiene los típicos clichés del romance, maneja bien la narración de problemas familiares y lo que ésto provoca en los más pequeños de la casa. Además, su historia de amor se divide en algo sumamente dulce y a su vez bastante peligroso en cierta forma.
Estoy segura que si eres amante de las novelas sin clichés melosos por doquier, ésta será de tu agrado.
