03| Admeto's mind

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03| La Mente de Admeto

El cerebro humano aveces tan capaz de resolver todo y otras aveces tan débil


" como que no recuerdas nada?"

"recuerdo salir de clases y volver a la habitación a cambiarme de ropa antes de ir a almorzar y desde entonces...no recuerdo nada más, solo...aparecer parado frente a una ventana del segundo piso y ...ver". _ no pudo contenerse y volvió a llorar_." Ver el cuerpo de Venus tirado en el campus, baje corriendo y me quede en shock al verla ahí, sin moverse, sin respirar, mi amada Venus, yacía muerta y el sol moría con ella, pero a diferencia del sol, ella no volverá a brillar en mi vida."

"Esto ya te había pasado antes? ¿No recordar grandes periodos de tiempo y aparecer en lugares diferentes?"

_si

Trastorno de personalidad múltiple, era la razón por la que Admeto estaba aquí y porque tardaron tanto tiempo en traerlo, la única persona capaz de asegurar esto era el señor Nietz, el psicólogo de la academia.

Regrese a mi habitación ya era muy tarde para buscarlo, posiblemente ya no estaría en su consultorio.

Me quede estática frente a la puerta, al entrar pude notar que se habían llevado absolutamente todo, siempre había querido tener la habitación solo para mí, nunca imagine que su muerte cumpliera ese deseo, ahora daría todo lo que tengo para que alguien me dijera que es alguna pesada broma del grupo de teatro.

Extrañaría sus bromas, comosolía reírse de todo solo para ocultar cuanto sufría, extrañaría ver comolimpiaba sus lentes antes de tomar un libro o sus conversaciones

Al día siguiente desperté más cansada de lo que hubiera imaginado, había soñado con la muerte de Venus, con alguien cuyo rostro estaba deformado y difuso, irreconocible y a mi tratando de correr para atraparlo, pero no podía, sentía que no podía respirar, me desperté muy temprano, prendí una lámpara y dibuje.

El día estaba completamente encapotado y una suave llovizna caía sobre nosotros, el tiempo estaba melancólico, siempre me han gustado los días como estos, pero lo único que deseaba ahora era ver los rayos del sol calentando mis gélidas manos, algo para saber que todo iba a mejorar, me puse unas mayas oscuras y una corta falda negra, con un sweater blanco con cuello alto, las botas negras que solía usar en los días fríos, tome mi bolso con todos los libros y cuadernos que necesitaría ese día, me puse la bufanda vintage que Venus me había regalado, descolgué con una mano mi abrigo café el cual me llegaba hasta por debajo de las rodillas y cerré la habitación con llave.

Me encaminé hacia la cafetería, eran las seis de la madruga, aún faltaba hora y media para que empezaran las clases, al entrar pude ver de reojo algunas mesas llenas, no era raro que algunos se levantasen muy temprano por la madrugada y venian por un café mientras escribían en sus libretas o en sus brazos si no contaban con un cuaderno en ese momento para no olvidar esos pensamientos fugaces, varios días me había internado en esta sala a dibujar por el insomnio.

El señor que atendía la cafetería solía despertarse recién a las siete por lo que nos habían proporcionado una cafetera italiana por si nos apetecía algo caliente en la madrugada.

Con la taza humeante entre mis manos busque el mejor sitio para poder ver a todos los que se encontraban en la sala, con la esperanza de que alguno actuara de una manera inusual que me conduzca al asesino de Venus, pero todo parecía normal, algunos escribían en sus cuadernos, otros leían tomando un café, algunos tenían la cabeza oculta entre los brazos durmiendo, empecé yo también a escribir en mi cuaderno pues necesitaba apuntar lo que haría ese día, no podía caminar por toda la academia sin rumbo alguno.

Dark AcademyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora