Dee x Ches OneShot

Dude, you're Bad

Al día siguiente, Dee se preparó, usó su colonia especial y bajó las escaleras para ir a casa de Ches.
-Voy a la calle mamá.- dijo Dee a Vicky cuando se percató que miraba televisión en la sala.
-Claro hijo.
Salió de su casa armado de valor, pero conforme se acercaba a su destino final sus piernas temblaban y se debilitaban por la emoción; lo leído en libros sobre el lenguaje corporal no era tan facil de llevar a la práctica.

Por fin, había llegado al remolque tocó la puerta y... Ches no abrió.
-¡¿Qué demonios?!- dijo Dee y tocó más fuerte.
Después de un par de minutos escuchó la voz áspera de Ches:
-Ya voy, ya voy. Maldita sea...
Ches abrió la puerta y su semblante molesto se suavizó.
-Ah, eres tú. Adelante...
Dee entró y se instaló en la sala.
-Bueno, empecemos con esto. ¿Cerveza muchacho?
-No bebo.
-Bueno, yo sí.- dijo Ches y destapó una cerveza.
-Bien, cuéntame. ¿Es linda?
-Algo.
-¿Es agradable?
-Sí.
-Oye, no te limites. No parece ser que te gusta...
Para Dee era difícil hablar de una chica ficticia ante su objetivo real, pero decidió hacer un esfuerzo extra.
-De acuerdo, es bastante linda.-
-¿Y qué tal su...? Ya sabes...-
-No lo sé Ches, tengo 16.-
-Cierto.-
-Bueno, emm... ¿ya tuviste sexo con ella?
-¡¿De qué hablas?! ¡Diablos, no!- exclamó Dee nervioso.
-Es parte de, ¿entiendes?- dijo Ches mientras le guiñaba un ojo.
Ahora Dee tenía la oportunidad perfecta enfrente.
-No entiendo cómo dices eso, ni si quiera la he...-
-¿La haz qué viejito?-
-Besado.
-Oh, bueno, eso es fácil. Acércate, la tomas de la cintura y le robas un beso. Funciona, te lo garantizo...
-¿Si lo hago mal se irá?
-No lo puedes hacer mal.
-Sí que se puede y la principal razón es que NO SÉ hacerlo, ¿comprendes?
-Vaya, ¿porqué no?
-No lo sé genio, tal vez porque no he tenido con quien.
-Oh...
Dee se ponía cada vez más nervioso porque el camino construído hacia su momento dorado llegaba a su fin. Se inclinó hacia enfrente, esbozó una sonrisa pícara y dijo:
-¿Y a tí quién te enseño a besar? ¿Eh?
-Creo que eso no es muy apropiado.
-Anda, necesito ideas... Toma otra cerveza.
Ches obedeció y bebió una lata de golpe.
-Un amigo.
-¿Amigo? Qué gentil.
-Amigo hombre.
-Oh.
-Sí...
-Ha, yo no tengo amigos así.
-Es una pena hijo. A veces necesitas a alguien que se sacrifique por ti...
-Oye... ¿puedo hacerte una pregunta?
-Ya la hiciste.
-Digo, otra pregunta.
-Adelante.
-Escucha...- Dee tragó saliva. -De verdad no quiero arruinarlo, ella es muy bonita, preciosa en realidad y hay muchos detrás de ella. Necesito impresionarla.
-Entiendo, pero ¿cuál es la pregunta?
-Rayos, no puedo creer que vaya a preguntarte esto, pero ¿me enseñarías?
-¿Seguro?
-No lo sé...-
-De acuerdo.
Lo había logrado, su plan había resultado. La voz de Ches sacó a Dee de sus pensamientos:
-Bueno chico, debes sentirlo ¿entiendes? La tomas de la cintura y te dejas llevar. Inténtalo.
Dee tomó a Ches de la cintura y poco a poco se acercaba a su rostro, mientras que la expresión de Ches se mantenía neutra. Pronto estuvo tan cerca que automáticamente haló a Ches hacia él y sus labios por fin se tocaron. Torpemente intentó besarlo, pero por la vergüenza y la emoción se separó de él.
-¿Qué tal lo hice?- preguntó Dee mientras se sonrojaba.
Ches se rió y dijo:
-Siendo honestos, estuvo terrible.
-Vaya, supongo que me queda practicar más.
-Supongo que sí.