Niebla.
El día apenas estaba empezando y, Jonny ya sentía que era una jodida mierda.
Estaba empezando a llover y como pudo intentó que las gotas no cayeran sobre él, aunque de todos modos no lo consiguió. Entró a su colegio con algunas gotitas de lluvia sobre su cabellera.
—Genial, lo único que faltaba—suspiró el castaño sacudiendo su cabello con fuerza—la vida me odia.
Suspiró varias veces, intentando calmarse aunque era imposible hacerlo. Se dirigió a pasos rápidos hasta su salón.
Aún no lo habían abierto, así que tiró su cabeza hacía atrás, apoyándola en la puerta. Cerró sus ojos y justo cuando logró relajarse, escuchó un pequeño ruido proveniente del aula.
—¿Pero qué carajos?— susurró para sí mismo como si quisiese que nadie lo oyese.
El pequeño ruido volvió a aparecer pero ahora un poco más fuerte.
Era un jodido gemido.
El castaño abrió los ojos cuando lo oyó, y desesperadamente pegó su oreja a la puerta. ¿Estaban cogiendo en una puta aula de colegio?
Dudó si tocar o no la puerta, ya que, podría ser cualquier persona; desde un alumno hasta un maldito maestro. El "pequeño ruido" dejó de ser pequeño y hasta llegó a ser más constante.
Jonny se desesperó y tocó la puerta fuertemente. El ruido se detuvo y ahora se escuchó un fuerte golpe junto a varios murmullos.
No pasaron ni dos minutos cuando la puerta por fin se abrió. Y tras esta se encontraba un desalineado Adrián, que con marcas de labial en todo su cuello y boca, intentaba arreglarse un poco.
—Eh.. Jonny, hola— el pelinegro sonrió al darse cuenta de que no se trataba de ningún maestro.
Atrás de Adrián podía verse una pelirroja acomodándose la falda, el cabello e incluso el maquillaje.
Jonny sólo se asqueó al ver toda esa escena.
—Si van a follar háganlo en otro sitio, nadie quiere oír los malditos gemidos de tu puta novia—gruñó el castaño para después alejarse molesto.
El pelinegro sólo sonrió ante tal comentario.
—¡No es mi novia!— gritó, y tanto la pelirroja y el castaño lo oyeron.
me encanta escribir con insultos
—sososofi🐣
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Tocar mil veces el infierno
ContoAdrián, un chico seguro de sí mismo. Jonny, un chico callado y alejado de las personas. Adrián le encanta la diversión. Jonny prefiere la tranquilidad. Adrián toca la guitarra. Jonny la batería. Ninguno se ha enamorado. ¿Qué saldrá de todo esto?