Te bese hasta el cansancio hasta saciarme,
te deteste un par de veces y otros días también te ame,
Ya no me importa si mañana no vuelvo a ver tu rostro azul.
Aquella noche me recosté sobre las grandes alas tatuadas en tu pecho,
y con esas alas me soñé volando sobre otras vidas, pero en ninguna de ellas al final de mis días te encontré,
así que cuando me desperté abracé el presente del que me voy despidiendo tanto como de ti.
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Finales
Short StoryTodos somos expertos en la ciencia del amor fingido, solo basta una pequeño impulso