ACOSO DE MIEDO
Mi segundo hijo llegó a la casa después de estar una semana en la incubadora, los cuidarnos fueron más extremos que a los de mi primogénito, el cansancio acumulado por estar todos los días en el hospital, fue superado por la alegría que sentimos de verlo recuperado después de un nacimiento prematuro, esto nos impidió ver y sentir más conscientemente, que cosas extrañas pasaban a nuestro alrededor, en ocasiones nos apagaban la luz, el televisor, encontrábamos las llaves del lavadero abiertas, el ventilar del techo se encendía y muchas otras cosas, que parecían causadas por fallas eléctrica o descuido de algún integrante de la familia.
Un sábado después de que mi hijo había cumplido los 3 meses, se quedó recostado en la cama de nuestra habitación (tamaño matrimonial) a sus lados colocamos almohadas, colindando su cabeza con la pared, solo sus pies apuntaban a la puerta semi abierta, para escuchar el llanto si se despertaba, salimos a desayunar, el comedor estaba a 5 metros (máximo) de la recamara, ese día, estaban mi hijo mayor, mis dos hermanos y mi madre, platicamos y degustamos un rico platillo, cuando de pronto se escucho un llanto muy leve proveniente de la habitación, todos nos callamos para confirmar la señal de que se había despertado, así era, el bebé se despertó, mi esposa terminó su bocado y se preparaba para atenderlo, cuando aparte del lloriqueo se escucho una voz - ya niño, deja de llorar- le susurró al bebé.
Todos pensamos que se trataba de mi sobrina, quien tenía 6 años y siempre lo quería andar abrazando, por lo que mi hermana grito - niña, dejalo en paz, salte de ahí- parándose para ir por su hija.
Las 2 (mi esposa y mi hermana) fueron hasta la habitación y al entrar no había nadie.
Mi sobrina se asomó desde la segunda planta - ¿que pasó mamá?, estoy en el sanitario-- exclamó y volvió a cerrar su puerta.
¿Quién le habló al niño?
Una noche, cumpliendo los 5 meses, nos encontrábamos durmiendo en camas juntas, mi esposa y mi hijo en la matrimonial junto a la pared, mi primogénito y yo en una cama individual pegada a la primera, cerca de las 3:00 Am, nos despertó el llanto del pequeño, pero más me asustó que no estaba en su lugar de descanso, mi esposa se alteró y empezó a buscarlo desesperadamente pero sin poderlo hallar.
El llanto era muy fuerte, señal de que estaba sufriendo, puse mucha atención para saber de donde venía el ruido y por fin lo encontramos, en el otro extremo del cuarto, debajo de unas sillas metálicas y una estructura garigoleada, que servía como mesa de centro de la sala, del mismo material metálico, no pude sacarlo, sino hasta quitar una por una, las sillas y después mover la mesa para no lastimarlo.
¿Quién metió a mi hijo de bajo de todo ese material, sin que nos diéramos cuenta?
Tiempo después, cumpliendo los 5 años, vivíamos en una casa cerca del centro de la ciudad, era tétrica, más por lo antigua que por otra cosa, mi esposa me platico, que Adrián dormía con un martillo debajo de su almohada, al cuestionarlo, le contó que le daba mucho miedo un señor que entraba a su cuarto, mi esposa se sorprendió y preguntó que ¿cuál señor?, mi hijo contestó - el que se arrastra por las noches hasta mi cuarto y me amenaza que me va a llevar-
¡Que ching... s pasa aquí!
Dos semanas más tarde, salí a un viaje de negocios y mi esposa se quedó sola con mis hijos, al regresar, me pido irnos de esa casa, ya que esa misma noche, estaba acostada con sus hijos aún despiertos, cuando de pronto escucho como alguien entró arrastrándose a su cuarto y se paro justo frente a ella, lo único que alcanzó a hacer fue taparse con la cobija y empezar a rezar hasta quedarse dormida.
No lo dude más y ese mismo día me cambie de casa, sin embargo de poco nos sirvió, pues pocos días nos duraba la tranquilidad y volvían las pesadillas, recibimos ayuda de muchas personas, los psicólogos no eran efectivos, incluso visitamos psiquiatras, pero no ayudaban en lo más mínimo, cada día empeoraba más, hasta que un sacerdote trató a mi hijo, nos dijo que nos acercarnos a la iglesia y poco a poco superamos este terrible mal.
Hoy en día mi hijo tiene 14 años y es muy feliz, aunque no aguanta ver ni un poco, alguna película de miedo, relato o platica paranormal, él vive tranquilo sin pensar en el pasado.
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LA BIBLIOTECA DEL HORROR
HorrorCompilación de relatos de miedo, sobrenaturales, inexplicables, fantásticos, UFO y sobre todo reales, para los amantes del terror, para tener algo con que soñar. Estaré subiendo semanalmente uno o dos relatos, espero me sigan en mis demás historias...