Desde la primera vez que te vi sentí la flecha de cupido disparando a mi vacío corazón cual pozo negro.
El brillo de tus ojos me recuerda al hermoso reflejo de la luna en las tibias aguas del río Támesis de Londres,
mi amor hacia ti es más valioso que cualquier joya.
Eres mi rayo de luz de todas las mañanas,brillabas como Helios el dios del sol
en los días de octubre,tu sonrisa capaz de alegrarme el día aunque sea gris cual ceniza cayendo sobre la blanca nieve de invierno.
Sin ti mi vida sería nada más que oscuridad y el tiempo va cada vez más lento cual hilos deslizándose entre pétalos de flor de loto
y rosas rojas cual escamas de dragón.
En mi Olimpo eres mi hermoso Ares y yo tu linda Afrodita,desearía tener alas cual Ícaro para volar a tu corazón.
