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Izuku estaba nervioso, bajó sus maletas con ayuda del taxista y le pagó el monto total por el viaje desde su apartamento hasta el aeropuerto, agarró su pesado equipaje que a pesar de ser una semana de viaje llevaba cuatro maletas grandes y un bolso de mano. Suspiró cansado e ingresó al bullicioso edificio.

El aeropuerto era grande pero tampoco tanto comparado con los de grandes ciudades, dirigió su mirada al boleto de avión buscando el número y la sección a la que debía ingresar, llegaba justo a tiempo para que comenzara el abordaje de los pasajeros. Se dirigió a la revisión de equipaje y pasó por el sistema de seguridad del aeropuerto, en ese momento rogó mentalmente para que su acompañante llegue a tiempo y que el boleto de avión que Izuku compró desde hace unas semanas haya llegado a manos del hombre. Midoriya intentó reunirse con su acompañante un día después de contratarlo, quería conocerlo desde antes de la semana de la boda, sin embargo, el mayor negó diciendo que no tenía tiempo disponible y que solamente le mandara el boleto por algún servicio como Uber Flash o algo por el estilo, eso mantenía inquieto al de ojo esmeralda. Continúo su recorrido y abordó el avión buscando su asiento, el muchacho dio un suspiro de alivio al notar que el hombre todavía no llegaba y acomodó su maleta de mano en el compartimiento de arriba.

Los asientos eran lugares cómodos y grandes pues había pedido la clase ejecutiva, algo caro para su salario pero su familia estaba pagando el transporte y su madre insistió en que viajara con comodidad. Se sentó y comenzó moverse inquieto, el asiento era muy cómodo, pero no podía evitar sentir nerviosismo por lo que estaba a punto de suceder. Conocer personas en una cita a ciegas estaba bien, lo hizo un par de veces cuando intentó superar a su ex, no obstante, esto que estaba haciendo era otro caso. Se trataba de un hombre de compañía, alguien al que le estaba pagando en este caso solo por ser su acompañante, no por sexo, pero no dejaba de sentirse mal. Nunca había caído más bajo, suspiró cansado y evitando pensar en ello se levantó de su asiento y buscó a una azafata, el pecoso necesitaba un trago para calmarse o seguro explotaría.

Cuando Izuku se levantó un joven hombre de cabellera rubia ceniza entraba a la zona ejecutiva y buscaba su asiento, dio con el de inmediato y notó que el lugar que estaba a un lado del suyo ya tenía una chamarra apartando ese lugar. Sonrió de lado casi sin ser una sonrisa y comenzó a guardar su maleta, su acompañante ya había llegado.

Midoriya dio con una sobrecargo que se encontraba en la habitación cercana a la cabina del piloto y como si se tratase de su mejor amiga inicio su vómito verbal.

—Hola, Hatsume. —sonrió y saludó a la chica leyendo el nombre que estaba en la placa de su uniforme azul.

— ¿Puedo ayudarlo? — se giró hacia el chico peliverde y como buena azafata que era debía de atender al joven.

—Sí, verás, estoy algo nervioso, iré a la boda de mi hermana, no estoy nervioso por eso, en realidad lo estoy porque su prometido invitó a mi ex, que es el padrino y yo no quería ir solo ya sabes, solterón sin novio después de una horrible ruptura. ¡Me dejó en el altar! Bueno, el punto es que conseguí un acompañante. —sonrió grande pero todavía con esa incertidumbre que tenía desde que despertó ese día, continuó hablando casi sin respirar. —Y pues es casi como una cita a ciegas ya que, ni siquiera lo conozco y ni siquiera sé cómo se ve y como olvidar que le estoy pagando. —dijo con angustia y prosiguió. —Necesito un trago, por favor, un whisky doble.

La chica pelirosa termino un poco confusa pero divertida, se dio la vuelta y sirvió el trajo de Izuku en el instante, al parecer el chico estaba algo desesperado así que tal vez debía de relajarlo un poco.

—Tome, joven peliverde. —le entrego el vaso con el líquido ámbar solicitado. —Sabes, desde que llegaste un hombre guapo rubio no ha dejado de mirar hacia acá, ¿Crees que esa sea tu cita? —la sobre cargo llamada Hatsume sonrió pícaramente dándole una vista al hombre que se encontraba en su asiento mirando directamente hacía donde estaban ellos dos.

Wedding Date [Katsudeku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora