Rain | Taekook

R

Tengo frío, demasiado, creo que salir corriendo de ahí no fue buena idea.- veo a los lados, tratando de divisar alguna tienda abierta. Pero la lluvia y la neblina no me dejan ver bien. Estoy cansado de esto, mi vida nunca pudo ser tranquila, cada vez que creía tener orden en mi vida siempre ocurría algo que interrumpía mi tranquilidad. Tal vez y fui destinado a vivir en la tragedia. Estoy seguro de que es eso.

- No vas a atraparme! - un pelinaranja se encontraba corriendo bajo la lluvia, tratando de escapar de su mejor amigo.

- Jimin, espera! por favor! - el castaño paro a tomar aire, ya no podía más, el estaba consciente de que tenía buena condición física, pero llevaban corriendo más de una hora.

- Ay jungkook, eres muy lento. - el pelinaranja se acercaba a él, en su rostro se podían ver aires de superioridad.- te gané.

- Esta vez, la próxima no lo harás. - estaba cansado, necesitaba una taza de chocolate caliente y la calefacción. Urgentemente.

- Park y Jeon vengan ya! - grito una señora desde la ventana de la casa, si era su madre, y al parecer estaba un poco enojada.

- Ya vamos mamá! - el castaño se levanto de el suelo y se limpió su ropa. Aunque de nada servía, estaba toda mojada. - vamos park, no queremos que nos castiguen y no dejen sin salir otro mes más.

- Tienes razón, vamos. - el pelinaranja estiró su mano en dirección al castaño, y este sin ninguna molestia la tomó y caminaron tranquilamente a la casa del castaño.

Cuanto quisiera volver a esos momentos, en lo que solo éramos unos niños corriendo bajo la lluvia sin ningún tipo de preocupación. Pero no todo es para siempre. En realidad nada lo es.

Pero si el idiota de Park no hubiese conocido a ese chico, créanme que yo no estaría aquí bajo la lluvia. Oh no, claro que no.

Aunque si yo no me hubiese enamorado de ese idiota, tampoco estaría aquí.

Me siento una completa basura. Bueno no me siento, lo soy. Soy una basura. Y siempre lo fui. Me lastime yo mismo viendo cosas en donde no las había.

Solo quisiera permanecer bajo la lluvia y derretirme, igual que un cubo de hielo. 

Simplemente ya no quiero existir.