XI

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Narra Leandro

Ya es el día más esperado de todos, en los últimos meses he trabajado en una heladería, para ahorrar y planear estas salidas, también para comprar la botella de ron para la fiesta. Todos los días de esta semana he salido a las diez de la mañana de la escuela, es la primera semana después de todo.

La heladería en la que trabajo tengo dos compañeros, se llaman Steve y Robin, Steve le tenemos apodado como "Mamá Steve" ya que cuida a su hermano menor y a sus amigos todo el tiempo, si se meten en problemas, Steve toma la responsabilidad aunque le partan la cara, por otro lado a Robin, le digo "Tía Robin" porque cuida junto a Steve a esos niños, ella es muy lista y linda, también es sarcástica pero muy buena amiga. Son muy agradables los dos.

Acabamos de salir y estamos yendo a la parada de autobuses, en el camino hablamos de que vamos al cine hoy.

-Yo: Mira. Nos vemos en la entrada del centro comercial Starcourt hoy a las dos de la tarde ¿Okey? -Pregunte intentando confirmar.

-Kenny: Si, vamos hoy a esa hora. Por cierto, voy a llevar unos caramelos para que no tengas que pagar todo -Ha dicho sonriente antes de despedirse.

-Yo: Dale... ¡Oh! Ya llego mi autobús -Le di una pequeña palmada en su cabeza y me fui.

(...)

En mi casa hago una corta tarea, arreglo unas cosas y me empiezo a arreglar para salir de nuevo, me baño, me cepillo los dientes, me visto, me hago un sándwich de queso y antes de salir recito el mantra que me enseñó mi hermana, un mantra que siempre dice antes de ir a algún lugar "Llaves, teléfono, pasaje y cualquier otra cosa extra" tomo mis cosas, también la billetera, un suéter porque nunca está de más, le digo chao a Ares y me voy cerrando con seguro la puerta y la reja del departamento.

Ya afuera me voy caminando al lugar de encuentro que solo queda a unas 5 cuadras de mi casa si voy por el camino corto, el centro de mi ciudad es pequeño así que sé me de memoria todos los atajos y avenidas para llegar más rápido a cualquier calle si me voy caminando y estoy apurado.

En diez minutos estoy en la entrada del lugar y le grito para que voltee hacia a mí, el lleva puesta una camisa de cuadros verde mangas largas remangada, unos jeans negros y unos zapatos también negros.

Me acerco al pelinegro y le doy un corto abrazo en forma de saludo.

Lo conozco desde febrero del año pasado y ya le tengo la suficiente confianza como para hacer cierto tipo de tonterías cerca de él, también fui el primero de la escuela que se puso a hablar con este niño, soy su amistad más vieja en este colegio.

Una chica llamada Laila es mi amiga y la del pequeño igual, sé que me quiere como amigo, pero no lo admitirá jamás y siempre que estamos juntos y empezamos a hablar con una persona nueva preguntan que si somos novios y cada que pasa decimos "¡No!" con cara de asco. Laila y yo a cada rato bromeábamos, yo me reía de ella en broma solo para ver su cara de enojada y me daba un golpe, a Kenny también lo golpeaba jugando, pero ella no controla su fuerza y eso hizo que Kenny desarrollara reflejos y hasta lo tiene traumado al pobrecito porque cada vez que alguien sube su brazo repentinamente, él se pone en posición de defensa. Tenemos una amistad bien rara nosotros tres, rara pero divertida.

Kenny y yo entramos al lugar, subimos las escaleras y vamos a la entrada del cine a comprar las entradas, yo pago con mi tarjeta. Ya con las entradas para ver la película nos adentramos al cine, me voy a hacer la fila de las cotufas, me pongo a hablar con Kenny sobre anime y cosas varias mientras esperamos nuestro turno para comprar los refrescos y todas las demás cosas que comeremos

Error trágicoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora