Al finalizar la semana, estuve contento de no haberme cruzado con él tal Jeonghan. Bueno, no deje que el destino decidiera. Había dejado de salir del aula en el receso y solamente me disponía a almorzar lejos del café en horas libre. También evitaba tardar mucho en él baño y en estar con Juliet cuando ella trataba de coquetear con la pequeña de cabello rosa.
Me aislé un poco de mi rutina colegial, pero valió la pena. Ni siquiera había logrado contacto visual con aquel chico.
Y con tan solo recordarlo, me daban escalofríos. No sabía si eran vómitos o mareos. Algo me incomodaba demasiado al resucitar el recuerdo de sus ojos profundamente azules, con un gran brillo excepcional que no se veía en cualquier persona corriente.
Mis pensamientos se desvanecieron al escuchar el tono de mi celular, el cual me alertaba que ya había terminado mi hora de trotar.
Con un pequeño revuelto en el estómago, ubique el primer banco en el parque y me senté con cuidado de no hacerlo sobre algún regalo de paloma.
En los siguientes minutos, solo me dispuse a observar sin ningún problema.
Entonces, fue cuando la vi a ella.
No me levanté del banco, sino que seguí curioseando con su físico... y su mascota.
Al final de todo, me había percatado de su... ¿zarigüeya? No supe realmente. Era una especie de rata alargada con cuatro patas y no me intereso más. Es decir, ¿a quién le importa la mascota? ¡Las chicas valen oro!
En cuanto despegué mis ojos de su perro/rata, note que ella también me estaba examinando.
Sonreí como Juliet me había aconsejado y la salude con la mano.
Ella me devolvió la sonrisa y caminó hacia mí. Comencé a sentirme nervioso mientras más se aproximaba. ¿Tal vez era demasiado bonita para mi?
-Hola-saludo.
-Hey.¿Que tal?-pregunté. Mire a su mascota tratando de parecer interesado-.¿Es tuya?
-Si. es mi hurón. se llama Cheol.
¿Eso había sido una pura coincidencia? Esperaba que si. Es decir, ¿yo como perro/rata de alguien? ¡Por favor!
-Vaya. Igual que yo -comente.
-Q...qué coincidencia.
-¿Cómo te llamas?
—Hannie —respondió. Se sentó a mi lado en el banco y volvió a sonreírme.
-¿Puedo ponerle a mi mascota Hannie?-bromee.
Sus mejillas se volvieron rojas. Negó con la cabeza y colocó al hurón entre sus brazos, como un pequeño bebé.
Me pregunté si todas las chicas de su clase eran así. No llegué a conocer con detalle a mis damas, por así decir. Lo máximo que logré con una chica fueron solo cinco días. Todas ellas me dejaban con la simple excusa de que era demasiado bruto y celoso para su gusto. ¿Acaso a las chicas no les gustaba que sus novios le celaran?
En el pequeño silencio que se sostuvo en el aire, me di el gusto de notar más sus cualidades, hasta tal punto de fijarme en un pequeño lunar en su cuello y sus ojos azules.
Se parecían a los del chico gay, pero con una gran diferencia entre brillos. Los de ella parecían más frescos y felices, como si estuviera libre de todo problema.
—No eres algún familiar de un tal Jeonghan, ¿verdad? —dudé antes que todo.
Ella parpadeó, aparentemente confundida.
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Como Dejar De Ser Homofóbico En 5 Besos
FanfictionChoi Seungcheol es un homofóbico desde los 6 años; edad, en la que encontró a su padre con otro hombre. Gracias a ese traumático encuentro, cada vez que Seungcheol ve a dos hombres abrazándose, besándose o mirándose fijamente, tiene náuseas. Aunque...