Aguanté la risa y me concentré en escuchar.
—Oh... me alegro por ti.
—Muchas gracias —dijo ella. Le sonrió y me dio un vistazo—. Cheol, YeWon me dijo que dejes de acosar a Jeonghan.
Me atraganté con mi propia saliva y comencé a toser.
—¿C-Cómo sabe? —pregunté aturdido.
Juliet se encogió de hombros. Me guiñó el ojo y, segundos después, se fue por la puerta con la excusa de que iba a estar con su novia.
¿Estoy en problemas?
—¿Quién es Jeonghan? —preguntó Mingyu—. ¿Ya eres gay?
—¡No, ni loco! —Empalidecí de golpe—. ¿Qué demonios te pasa?
—¡Que no! ¡Deja de bromear! ¡Sabes que estas cosas no me gustan!
Mingyu fijó sus ojos negros en los míos y me estremecí.
—Cuando tenías seis años viste a tu padre con otro hombre, ¿verdad? Estabas jugando a las escondidas con nosotros y tú, como novato, fuiste al armario de la habitación de tus padres. —Comencé a temblar—. Como le tocaba a Jooheon encontrarnos, te dormiste. Estuviste media hora allí y, cuando despertaste, fue gracias a los gemidos de tu padre.
Tuve que apoyarme nuevamente contra la pared para no caerme. Los mareos se habían duplicado y, de seguro, mi rostro se había vuelto más pálido que antes. ¿Por qué demonios estaba diciendo ahora eso?
—Bueno, obviamente, fuiste corriendo hacia tu mamá completamente con un trauma. Tu madre lo echó de casa y tú tuviste dos opciones: volverte gay y homofóbico. Elegiste la segunda.
—¿A-A qué vas con todo esto? —pregunté.
—A esa edad, estabas enamorado de Jihoon, el pequeño rubio cachetón que siempre tenía una bolsa de dulces en la mano y ninguna caries. Siempre estabas a su lado defendiendo.
Sentí cómo mis mejillas ardieron. Mis temblores cesaron y llevé mi mano a la nuca al escuchar el nombre de Jihoon.
Tenía contacto con él, pero solo por skype. Desde que se había mudado, en verdad lo extrañaba.
—Solo tenía seis años —me excusé—. Nadie podría gustar de alguien a esa edad. Aparte, yo cuidaba de Jihoom porque era el más pequeño de nuestro grupo.
—Decías que lo amabas... a cada rato —Mingyu arqueó una ceja—. Fuiste gay, admítelo.
—¡Que no! —grité—. ¡No soy como él!
Apreté la mandíbula.
—No soy gay —gruñí.
—¿Tienes pruebas?
—Me dan asco, ¿no es suficiente?
—¿Y qué hay de Jeonghan? —preguntó—. Solo acosas a alguien si te preocupa.
Abrí mi boca para replicar, pero mi cerebro no pudo pensar a tiempo. Era verdad que actuaba como un acosador a su merced. Sin embargo, ¿en verdad me gustaba?
—Yo...
—Iré a clases. Estamos en distintos cursos —me interrumpió—. Trae pruebas para ti al menos, Cheol.
Mi mente quedó en blanco. Quise decirle que no me hacía falta otra prueba que mi asco hacia ellos, pero... Ni siquiera recordaba la última vez que tuve náuseas gracias a Jeonghan. Es más; en vez de náuseas, me provocaba algo agradable.
Apenas Mingyu se fue, entré un poco en pánico.
Yo no podía ser gay, ¿verdad? ¿Pero como lo probaba?
Una terrible idea vino a mí. Respiré hondo unas cuantas veces y, sin pensarlo dos veces, corrí hacia fuera de mi aula.
Di tropezones por los pasillos, por el parque y por el buffet, hasta que lo encontré.
Sin más preámbulos, lo tomé del brazo aguantando sus quejas y lo arrastré hasta uno de los pasillos vacíos en los que nadie iba en el recreo.
—¡¿Q-Qué demonios te pasa?! ¡Suéltame, Seungcheol!
Lo pegué contra la pared y, agitado, le dije lo primero que se me vino a la cabeza. Sus mejillas estaban completamente rojas y no se veía feliz por ser arrastrado. En verdad Jeonghan me parecía adorable, y la única manera de saber si estaba como mi padre o no, era pidiéndole:
—¡Sé mi pareja, por favor!
Y entonces, con todo mi esfuerzo mental, tomé aire y lo besé en lo más cercano que podía de los labios: en el mentón.
Aún podía oler su aroma y sentir su calidez. Seguía sin obtener su respuesta, pero, sin embargo, creo que ya la sabía de sobra.
Quizás, solo quizás, sea como mi... padre.
_______________________________________¿Saben algún baile de Kpop?
-Me se left & Right, Gashina y Flower Shower, aunque más o menos
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Como Dejar De Ser Homofóbico En 5 Besos
FanficChoi Seungcheol es un homofóbico desde los 6 años; edad, en la que encontró a su padre con otro hombre. Gracias a ese traumático encuentro, cada vez que Seungcheol ve a dos hombres abrazándose, besándose o mirándose fijamente, tiene náuseas. Aunque...