[OO9|you published the letter she wrote you]

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/no iba a hacer que a Sasuke le guste Naruto pero sus comentarios me confunden sobre mis deseos, chale/


Sasuke siempre pensó que Suigetsu estaba enamorado de él, no desde un principio, pero creyó que después de tantos meses juntos empezó a gustarle. Pero por la escena que vio en el patio, él abrazado a la chica de pelo rojo chillón, haciendo esa estupidez con la nariz, destruyó esa teoría.

Iba a reclamarle ese día, sí, espero todo el fin de semana para quejarse de algo que tranquilamente podrían haber discutido por teléfono, pero a él le gusta más las cosas de frente, tal vez con golpes.

Ya listo en la salida, con su bicicleta azul con detalles celestes que agregó recientemente, sin nadie en mente como suele insinuar Óbito, con el ceño fruncido.

─¡Adiós, Sasuke! ─ Saludo Sakura agitando su mano mientras subía a la combi donde algunos se iban.

El pelirrojo con ojeras subió después de ella y así de a uno iban entrando, Naruto salió en su patineta también despidiéndose. Quedaban algunos que esperaban a sus padres y ahí salió Suigetsu.

Tenía una campera algo grande para él, con las mangas cubriendo sus dedos y un aura de tristeza cubriendo todo su cuerpo, la mochila colgada en su hombro derecho, con la vista perdida, labios rotos y nariz roja.

Pensó que estaba enfermo o triste.

─Oye, cabezota, te estaba esperando para ─ El de pelos blancos pasó totalmente de él y siguió su caminó, como si no le hubiera hablado o como si fuera un fantasma.─ irnos...

Lo siguió con la mirada, arrastraba sus pies, el pantalón de escuela estaba sucio de la parte de atrás, y, bueno, el pelo estaba demasiado desordenado.

Se quedó congelado, movió su cabeza y se subió a la bici para alcanzarlo, aunque no iba muy adelantado.

─¡Eh, Suigetsu! ─ Se interpuso entre la otra verdea y el chico, vio por fin mejor su cara.

Un moretón comenzaba desde varias partes de su cuello y se perdía debajo de su remera con la campera gigante, como si alguien hubiera agarrado al chico de dientes filosos como un saco de boxeo.

─M-mi mamá hizo tu favorito, pescado a la parrilla, con queso arriba con salsa, demasiado salado, ¿así te gusta, no? ─ Estaba nervioso bajo la mirada violeta sin la más mínima expresión, se parecía a la de la señora Hōzuki.

─Dile que gracias, pero me voy a casa.─ Rodeó su "bloqueo" y siguió su camino.

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