Addictive [Bnior/JJP]

Four

Para su gran asombro, Jaebeom apareció en el bar cuando todavía no se había terminado ni la mitad de su Rum & Coke. Se encontraba tan absorto en sus pensamientos que no se percató de su presencia hasta que este no estuvo justo a su lado. Inexplicablemente, su táctica de niño pequeño había dado resultado. Jaebeom había ido tras él, y sin poder contenerse, sonrió con cierto orgullo.

Aquel gesto irritó a Jaebeom, quien no parecía muy satisfecho con esa actitud tan caprichosa. Ocupando el sitio que había libre al lado de Jinyoung, pidió un Rum & Coke, y sin molestarse en mirarlo, dijo:

—Ya eres mayorcito para estos berrinches, ¿no crees?

—Si me hubieras hecho caso en su momento—rebatió sin dejarse amedrentar.

—Estaba ocupado—replicó Jaebeom molesto.

—¿Tanto como para ignorarme durante horas?—cuestionó incrédulo.

Jaebeom no respondió. Jinyoung tenía razón; su trabajo no tuvo nada que ver con que hubiera apartado al castaño deliberadamente. Pero se negaba a admitir el verdadero motivo, probablemente para convencerse de que él no había hecho nada malo. Pero si era así, ¿por qué ese remordimiento persistía en él?

Ante la ausencia de una respuesta, Jinyoung volvió a centrar su atención en su trago. Estaba molesto, y hasta que Jaebeom no le diera una explicación, no tenía intención de abandonar esa postura. Este conocía de sobra la testarudez del castaño, y debido a las pocas ganas que tenía de que esa situación se prolongase por más tiempo, suspiró derrotado.

—Dime Jinyoung, ¿qué te pareció el día de ayer?

Aquella pregunta le cogió desprevenido. ¿A qué venía eso? Desconcertado, meditó durante unos segundos antes de contestar.

—Pues fue... diferente—respondió al no encontrar ningún adjetivo adecuado para calificarlo.

—¿Te gustó?

—Sí, por supuesto—afirmó sin titubear. No entendía a dónde quería llegar Jaebeom con ese interrogatorio, pero ya puesto, decidió abrirse un poco más—. Confieso que en un principio me asusté un poco, pero luego... me vi a mi mismo... disfrutando—avergonzado, esquivó la mirada penetrante de Jaebeom, en su lugar, observó su cóctel—. Y la verdad... no me arrepiento de haber aceptado

Esa confesión logró borrar todo sentimiento de culpabilidad en Jaebeom. Mucho más relajado, se sintió estúpido por haberse preocupado en exceso por algo como eso.

—¿Por qué me lo preguntas? Es que acaso... ¿Quieres repetirlo?

—No por el momento—aclaró ante la duda del castaño. Dio gracias por que este no hubiera descubierto el verdadero motivo de su pregunta, así que optó por seguir esa línea.—Aunque no lo descarto en un futuro, en el que por supuesto, te escogería a ti

Las mejillas de Jinyoung se tiñeron de rojo, al mismo tiempo su ego subió considerablemente. Sin embargo, no dio muestras de estar del todo conforme con esa revelación. Bebiendo un buen trago, se preparó para lo que diría a continuación.

—¿Y hoy? ¿Tiene pensado seguir tratándome como si fuera parte de la pared o me prestará más atención?

—Pareces un mocoso mimado, ansioso porque le hagan caso de nuevo—comentó Jaebeom con burla.—¿Tan deseoso estás, que ni siquiera puedes aguantar unas horas sin que te folle?

Jinyoung prefirió no contestar a una pregunta tan obvia. Se lo había dejado bastante claro sin necesidad de palabras, y no le daría la satisfacción de oírlo decir en voz alta. Jaebeom empezaba a divertirse, y como había hecho en tantas ocasiones, prosiguió con su cruel juego.