Dos.

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Draco frunció el entrecejo, apretando sus puños en blanco, mordiéndose levemente el labio en nerviosismo por su inesperada y ahora vulnerabilidad.

-ustedes...-murmuro con un deje de cansancio y desprecio.

-si...-

-...nosotros-sonrieron, caminando hacia el muchacho, que dio un leve paso hacia atrás.

-¡Piérdanse! ¡Vuelvan a lamerle el culo a Potter y déjenme en paz!-siseo, alzando el mentón con un deje de orgullo y altanería.

Ambos se enternecieron a la vez, para Fred se le hacía adorable esos gestos tan Malfoy, tratando de aparentar frialdad y dureza que no tenía aun en sus tiernos trece años. Para George se le hacía jodidamente divertido que siguiera con esa mascara cuando lo que sentía en su interior era totalmente distinto.

-nos lastimas Draco-se llevó una mano al pecho fingiendo estar adolorido Fred.

-¡Soy Malfoy!-corrigió irritado.

-y nosotros Sid y Am, mi querido amo-sonrió de lado George arrinconándolo contra la pared poniendo su brazo por encima de su cabeza, acortando la distancia entre ellos mientras Fred flanqueada su lado derecho en la misma posición.

Ambos se sintieron complacidos al ver que el rubio no se tomó las pastillas de amargura de su padre al mostrar ese sonrojo de vergüenza en sus mejillas, perdiendo aquella mascara por unos momentos, mostrando un nerviosismo y vacile en sus ojos grises.

-¿acaso...te has olvidado lo que hemos pasado juntos, amo?-susurro Fred en su oído. Atreviéndose a ir más allá, le dio una ligera lamida en su mejilla, soltando un maullido al final.

Draco soltó un pequeño chillido, estremeciéndose, tratando se asestar un puño al rostro de Fred, pero este teniendo experiencia con sus hermanos le estuvo en seco con su palma.

George se sintió satisfecho al ver que seguía teniendo el mismo efecto en él, eso quitaba todas sus dudas sobre sus sentires.

-¡de haberlo sabido los hubiera echado al calamar gigante!-trato de defenderse, zarandeando su mano atrapada.

Ambos hermanos se miraron cómplices.

-no nos mientas, amo-murmuro Fred, tomando su muñeca para darle un beso casto.

-¡N-no hagas eso!-tiro de mano.-¡¿Qué demonios quieren de mí?!-ladro enojado.

Los gemelos le miraron con suma gracia desde su altura.

-¿Qué queremos de ti?-pregunto retorico George mirándolo con burla, irguiéndose y llevándose una mano al mentón en gesto pensativo.

-Que no dejes que el imbécil de Zabini te siga tocando, eso queremos-termino su hermano con deje oscuro y grave en sus palabras.

El ojigris parpadeo, no creyéndose de verdad lo que le decían.

¿Quién se creían que eran?

-¿Qué?, ¿acaso están celosos o algo así?-interrogo con sorna, con una mueca arrogante y ceja alzada, pensando que arrepentirán de sus palabras, dejarían esta bromita e irse a la paz de su habitación.

-Pues si- admitió Fred, encogiéndose de hombros, mirándolo a los ojos.

Eso no lo esperaba...

-estamos...-George se acercó a su oído-... jodidamente celosos-le susurro.

La situación se le estaba escapando de las manos, pensaba el Malfoy, no entiendo para nada la situación.

-¿de qué mierda me están hablando? ¡Ustedes no son nada mío! ¡Yo-dejame!-rugió cuando Fred le revolvió su cabello como un vil perro.

Dos son mejor que uno.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora