Prólogo.

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Lluvia, Frío.

Esas dos palabras que parecen encajar tan perfectamente, cuando digo lluvia, ¿piensas en frío?. Cuando digo frío, ¿piensas en lluvia?, es como si fueran hechas la una para la otra.

Desde pequeña me ha interesado bastante la lluvia, ¿como sucedía?, a pesar de que me explicaran el ciclo de agua sabia que había algo más, algo que hiciera que apareciera cuando le necesitaba.

¿Por que apareció cuando el se fue?, ¿Por que apareció cuando estaba lastimada?, cuando me caía o cuando resultaba herida la lluvia siempre estaba ahí, como una forma de decirme que ella me acompañaba en mi tristeza, que la entendía.

Me llamaban loca cuando les decía que la lluvia era mi amiga, cuando explicaba que ella podía entenderme y me escuchaba, escuchaba a todos murmurar:

"Es una niña, solo esta jugando"

"Ya sabes, los niños y sus amigos imaginarios"

"Ella no puede hablar en serio, solo es una niña con mucha imaginación"

"Claro como si ella fuera especial para tener contacto con las miles de gotas que caen del cielo, es absurdo"

"¿Has pensado que tiene algún trastorno?, no es normal"

"Necesita ayuda".

¿Habia algo malo en mi?, mi madre siempre respondía "solo eres diferente", la forma en que me lo decía lograba calmarme. Pero a medida que iba creciendo la duda en sus ojos cada vez que repetía esa frase me hacía dudar.

¿En verdad está bien ser diferente?.


Bajo la lluvia -DMDonde viven las historias. Descúbrelo ahora