Fragmento de un astro

Introducción: Recuerdo 1.

Tierra, hogar de la sobrevalorada raza humana.

Creada hace más de 4.5 miles de millones de años, compuesta por múltiples ecosistemas y de diversas especies vivas. Vivimos en un mundo donde prácticamente no hace falta nada; la civilización ha contribuido con sus múltiples experiencias y conocimientos hacia las próximas generaciones...saben de cultivo, de medicina, innovaciones a la tecnología, y muchísimas cosas más que ellos han descubierto por su propia cuenta. Aunque no solo se enfocan en su perspectiva hacia el futuro, muchos de ellos piensan que si saben la verdad de su verdadero origen podrían incluso identificar factores importantes para su desarrollo continuo...¿cómo fue creada la Tierra? ¿qué, quién o quiénes la formaron? A decir verdad, pienso que es por poder...la religión ha sacado a la luz un sinfín de "pruebas" que demuestran que una mano divina en siete días creo la tierra de la manera mas simple, pero sus antecedentes forman parte de una historia que, sin ofender, se le ocurrió a alguien que estaba muy aburrido.

No solo tenemos el lado divino, también existe el lado científico, que nos explica la historia de una enorme explosión, y bueno...conocemos todos esta teoría.

En realidad, no es tan impresionante cuando trato de recordar lo que en verdad sucedió. Tiene que ver ambos lados, pero no de la manera en la que se cree...

Año Ceniza, así es como nombré este acontecimiento ocurrido hace tantos de miles de millones de años, dos enormes rocas volaron por el espacio sin rumbo alguno a una velocidad increíble, y  como todo en la vida tiene un principio, pues el fin de ambos astros llegó en momento oportuno. Tanta era la velocidad de ambas que el impacto que ocasionó fue tan grande que toda la galaxia se acomodó de una manera en que los ejes gravitacionales cambiaron de polaridad, atrayendo a varios trozos de rocas y gases (sistema solar). Las partículas de los pedazos de ambas rocas se mezclaron y se enfriaron a una velocidad increíble, por lo tanto quedaron esparcidas por todo el universo.

Uno de los millones de fragmentos cayó a la Tierra, quien antes solo era un cumulo esferoide escabrosa. Ese fragmento, era yo.

Una mixtura de polvo de roca y solidificación a base de la temperatura que el planeta tenia en ese entonces. Mi llegada causó un cambio en el clima en el que, después de tanto y por primera vez, llovía. Entonces sí, básicamente polvo, agua y calor es de la que estoy compuesta. Pero de algo ha servido el proceso de evolución, la Tierra por si sola cambió, su temperatura, su superficie, la atmósfera y todo componente que se encontraba estaba siendo modificado por si mismo, y yo a la par de ellos. 

La vegetación poco a poco empezó a florecer, los seres vivos año tras año iban cambiando hasta llegar a formas y especies que ahora conocemos, ¿y que pasó conmigo? Observar es una gran virtud, al estar en contacto con todo y ver el constante cambio que surgía el planeta empece a aprender de ella. Su funcionamiento, su evolución, el como ella sola podía mantenerse en armonía, como la cadena alimenticia prosperaba aunque existiera la opción de la muerte...

Muerte, eso que jamás experimenté; dolor, tanto física como emocional, tampoco lograba descifrarlo, claro, no eran conceptos que quizá en ese entonces podía definir con palabras o acciones, no había humanos...aún. Pero, los animales no eran especies tan distintas, se podían ver en sus facciones, en sus movimientos sus sentimientos...felicidad, angustia, ira, e incluso uno que me llamaba más la atención, terror. Ese sentimiento que tiene alguien (o en este caso algo) cuando hay otra cosa superior y con más poder enfrente de nosotros. No solo lo notaba en las especies mas pequeñas e indefensas, incluso en los seres más grandes, como los dinosaurios por poner un ejemplo, sentían el terror de las tormentas, de cosas que ellos no poseían el control y no podían manejar. Todo esto que ello podían sentir y percibir, yo no lo lograba.