Proyecto Sakura [Junhwan]

'Ambos crecimos'.

*Leer nota del final*

Con una semana de anticipación se les había enviado las pautas a seguir para la siguiente cita personal que tendrían del reality.

La cita sería en una conocida cafetería en el centro de Seúl, cerca de la zona de Itaewon; deberían llegar puntuales sobre las nueve de la mañana para comenzar la grabación alrededor de las diez y media para que durara una hora exacta. 

Y cuando aquél lunes veinte llegó, había sido Junhoe el primero en aparecer en las instalaciones con un aire despreocupado y cansado, siendo rápidamente enviado con las maquilladoras.

Casi quince minutos después llegó Kim, disculpándose repetidas veces con la excusa de que se había perdido en el camino; llevándolo directamente a maquillaje donde aún seguía Junhoe siendo atendido.

—Buen día —saludó en general sentándose sin perder el tiempo.

Koo no respondió, simplemente asintió sin mirarlo mientras la maquilladora le aplicaba polvo compacto.

—Bien, chicos, ya que están ambos aquí; repasemos un par de puntos para esta cita —entró una mujer de producción setándose en el sofá detrás de ellos— Tendrán una hora exacta para hablar, intenten ser dinámicos, evitar silencios incómodos e innecesarios; recuerden que todo esto será emitido tal cual sea grabado, sin edición. Lo digo por lo que sea que vayan a hablar —se calló unos segundos meditando lo siguiente a agregar—. Será su primera charla sin un tercero de por medio, por lo que deben hacer funcionar ustedes la conversación; por favor, sin peleas, respeto, claro que nada de agresión —enfatizó—, pueden pedir la bebida que quieran, queda en nuestra cuenta. No toquen los micrófonos y una vez terminemos aquí pasaremos a mostrarles los lugares donde estarán las cámaras para que se aseguren de estar en el ángulo en todo momento, ¿preguntas? —finalizó tomando aire.

—Debo volver al trabajo cuando terminemos de grabar, no será necesario que me quede para ver arreglos, ¿cierto? —preguntó Junhoe hablando por primera vez. 

La encargada asintió. —Podrán irse apenas terminemos; ¡Eso sí! Recuerden que se llevarán dos cámaras individuales para hacer un mini vlog o resumen de lo que sucedió hoy, ¿bien? Mañana pasarán unos encargados a buscar el material por sus direcciones —ambos asintieron.

Jinhwan desvió su mirada al más joven que suspiraba relajado volviendo a cerrar los ojos; acompañados por ligeras bolsas negras, aún perceptibles pese al maquillaje, debajo de ellos. 

Por un segundo se había olvidado que mientras él estaba allí en Corea como unas vacaciones, Junhoe se mantenía trabajando y haciendo su vida normal; por lo que seguramente tantas grabaciones y actividades adicionales de por medio le estaban pasando factura.

Iba a preguntar si se encontraba bien, pero la pregunta se quedó en su garganta, siendo interrumpida por la maquilladora quien comenzaba a trabajar consigo.

Para cuando faltaban quince minutos para las diez y media, ambos estaban entrando a la cafetería en la que hablarían. Recibieron indicaciones, explicaciones y antes de entrar a la vez en silencio, vieron a la producción encender una luz verde en señal de que había comenzado la grabación.

Fue cuestión de cinco minutos luego de haber hecho sus pedidos, que se sentaron en silencio en la mesa que se les había recomendado.

La tensión era palpable en el aire, aun así quisieran negarlo.

Cuando la empleada llegó con sus bebidas ambos tomaron a la misma vez un sorbo en pleno silencio sin romper sus miradas.

Una ola de recuerdos inundó la mente de Kim al ver la bebida del mayor; la cual seguía siendo la misma, extremadamente dulce, que hacía seis años pedía.