Prólogo

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Luces llamativas de varios colores eran iluminados en el lugar gracias a unos reflectores que adornaban en el lugar.

El sonido retumbaba en el lugar debido a unos altavoces que había en el lugar. Causando que se esparciera la adrenalina entre el mar de gente que se encontraba ahí. Compartiendo una cosa en común.

Disfrutar de la buena música.

Sonidos de un violin acompañado de una guitarra fue la introducción de esta nuevo tema que estaba apunto de comenzar.

Comenzó el ritmo de forma lenta, sin ninguna prisa alguna. Causando en la gente que no sólo se introdujiera al máximo las personas presentes en la melodía de la canción.

Sino también en la letra de esta misma.

El ritmo comenzó a aumentar poco a poco. Repitiendo la misma nota una y otra vez hasta que de la nada una guitarra eléctrica comenzó a retumbar el lugar.

Alterando a la gente de manera positiva. Gritos de alegría sonaron sin algún límite.

Una chica de pelo morado comenzó a cantar a todo pulmón y sin miedo alguno.

Su hermosa voz y la letra de la canción fue la perfecta fusión para dar inicio a esta historia que estaba a punto de comenzar.

La letra de la canción ya sea de este mundo o fuera de este, reflejaba perfectamente que el mundo no había cambiado a pesar de los años que habían pasado desde la santa inquisición.

Jirou:

~Cuando despiertes un día y sientas que no puedes más que en el nombre del de arriba tu vida van a manejar~

~Si sientes que el miedo se pega a tu piel por ser comunero y justicia querer~

~Si te rindes hermano, por ti nunca pensarás~

En alguna otra parte bastante pero bastante lejano.

Incluso me atrevo a decir un lugar fuera de este universo, muy lejano del lugar donde se llevaba acabo aquel concierto.

Un chico de cabello castaño, ojos color verdes, se encontraba caminando en un bosque siendo cubierto por la blanca nieve.

Dejando huellas a cada paso que daba. Siendo acompañado por un par de jóvenes más.

Un chico y una chica de cabello color negro.

Discutiendo acerca del futuro tanto de ellos como el de su querido pueblo.

~Cuando vayan a pedirte los diezmos a fin de mes y la santa inquisición te invite a confesar~

~Por eso amigo tú alza la voz di que nunca pediste opinión~

~Si es verdad que existe un Dios que trabaje de sol a sol~

~Ponte en pie, alza el puño y ven a la fiesta pagana, en la hoguera hay de beber~

~De la misma condición no es el pueblo ni un señor
Ellos tienen el clero y nosotros nuestro sudor~

Ieyasu: ¿Qué fue lo que te dio de regalo el viejo?

-Una figura de barro de un Dios para la protección mía- Respondió aquel chico pelicastaño.

Sayo: Ya verán que eso nos dará mucha suerte para nuestra misión...

Ieyasu: ¡¡Volveremos con muchas riquezas para nuestro querido pueblo!!

El chico de ojos verdes solo sonrió en aquel momento.

Izuku Ga KillDonde viven las historias. Descúbrelo ahora