[10] Las hermanas del Destino

13 1 0
                                    

¿Novia?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¿Novia?

— Es una pérdida de tiempo, andando Calíope —masculló Apolo caminando hacia la salida.

El chico había dicho que era novia de Apolo. Se que era mentira, pero ¿era válido imaginar que podría hacerlo realidad?

— pequeña, no dejes que te maltrate —

Guiño su ojo y siguió su camino.

Apresure mi camino tras Apolo, conteniendo la respiración y saliendo de la biblioteca de almas. Apolo yacía apoyado en un pilar de la biblioteca, parecía pensativo. No quería molestarle, así que solo me acerqué y espere a que hablase.

— si tanto sabes que somos dueñas del destino, deberías saber que eso se refiere a cuánto tiempo dura la vida de un mortal y dios en esta existencia basta, no exactamente todo de esa persona —

Era mentira, si debían saberlo todo, era su propósito en los hilos de las personas estaban todo lo que era la persona, toda su esencia.

— Escucha por el momento, Zeus no sabrá nada, no es seguro —asentí— pero, hiciste una promesa, será difícil revocar —masculló— hay que hablar con Prometeo de esto —

— Al final, siempre fue tu plan llevarme con Prometeo —masculle tras de él.

Sabía que Prometeo no tenía una relación estable con el Olimpo, desde el principio fue un mentiroso que vivió bajo las adoraciones de los humanos por perjudicar a los dioses.

— Es lo único que se me ocurría, no hay muchas opciones —comentó.

— Entonces existen otras opciones —afirme.

Apolo suspiro pesadamente, al parecer no era una idea que le agradara del todo.

— Ir frente a Hades y pedirle que nos diga dónde está Prometeo —su mirada al suelo llegó hasta mis ojos. Parecía estar pidiéndome permiso de ir hacia donde Hades.

— siempre pensé que acabarías con Apolo, que cosas ¿no? — suspiró y bajó los escalones. Mi mirada se quedó petrificada y en cuanto giró sonrió aún más— claro que sí —sus ojos llamearon. Lo había descubierto, se me fue el aire, se me fue la vida en cuanto choque la mirada con él— era normal que te enamoraras de él —baje mi mirada.

Hades...

Era la mejor opción que teníamos ahora y la única, por lo visto.

Suspire pesadamente y metí las manos en el abrigo, refugiando mis labios dentro de él.

¿Cómo era que él había descubierto lo que sentía por Apolo? cuando ni el mismo Apolo que pasaba prácticamente toda una vida conmigo, no se había dado cuenta.

— Supongo que esa será nuestra opción —murmuró a mi lado.

Intuí que a él no le gustaba para nada la idea que estaba representando ir a la casa de Hades, su mirada era una guerra de ideas, aun así en medio de este infierno, era lo más hermoso que estaba viendo. Bajo las escaleras resignado y le seguí el paso. Volverme a encontrar con Hades dos días seguidos, eso sí que era algo nuevo.

EL CAMINO AL OLIMPO: La prueba de los valientes. ✓ #AA2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora