Un silencioso amanecer en la hermosa ciudad de Londres donde se iluminaba los largos pasillos de la mansión de los Rhodes, sin embargo, aquel silencio fue interrumpido por aquella bofetada de mi padre me dirigía, entre mis jadeos se encontraba mi padre gritándome como siempre.
Padre: por última vez ¿a donde querías escapar?
Yo: ¿para qué quieres saber si ni siquiera me quieres viva?
Padre: ¡no digas eso niña estúpida! ¿A caso no piensas en tu pobre madre o en la reputación que le darías a esta familia si ye vas?
Yo: ¡esa reputación se esfumó cuando salió a la luz los cuernos que le pusiste a mamá!
En aquella enorme habitación lo único que se escuchó fue la bofetada que había resivido seguido de un pequeño quejido, agache la cabeza sabiendo que algo malo estaba por llegar, levante la cabeza y empecé a respirar hondo y a mantener la calma para no tener que llamar al que no debe ser nombrado.
Padre: ¿no te da vergüenza comportarte así? O ¿acaso quieres que te envíe a ese ciquiatrico en donde está tu madre?
En seguida se escuchó como golpeaban la puerta, los dos nos quedamos en silencio, pocos segundos después entró Simón mi hermano mayor, apenas lo vi me sequé mis lágrimas e hice como si no pasara nada mientras sonreía, pero el ya se había dado cuenta de todo lo que estaba pasando.
Simón: lamento la interrupción padre pero mi hermanito Stanford está al teléfono y quiere hablar con Margarita
Padre: dile que enseguida va
Simón: entiendo... ha y antes de irme hermanita llama de una vez a Darkie ya estoy arto de verte así
El se aserco a mí mientras se acomodaba su cabello, me miró a los ojos y sonrió dulcemente como lo hacía siempre, el paso de mano su palo de golf y se sacó su guante con los dientes para pasar su suave mano por mi mejilla y secar mis lágrimas, el acercó su rostro a mí oído me susurró "Darkie si me escuchas solo dale un buen susto a este imbecil y luego tendrás tu final feliz".
Se alejo lentamente, me miró nuevamente a los ojos para guiarme un ojo y me besó en la frente, segundos después se dio media vuelta y se fue cerrando la puerta dejandola cerrada con llave, yo aún mirando la puerta asustada por la llegada por lo que yo llamaba "el innombrable", mire a mi padre quien notablemente estaba sudando y su cuerpo temblaba pero que el intentaba ocultar.
Padre: ¿quién es Darkie?
Lentamente sentía como se me nublaba la vista y como mi voz se hacía cada vez más grave, cada vez que pasaba este tipo de cosas sentía un miedo intenso, a lo lejos escuchaba los gritos de mi padre quien notablemente estaba estaba asustado pero quería ocultarlo con sus regaños y amenazas, también escuchaba los gruñidos que daba Darkie, segundos después recuperé mi audición y visión por completo, la único que no había podido recuperar era mi voz que aún estaba siendo controlada.
Por otra parte vi a mi padre arrinconado en una de la esquina de la habitación con una de sus navajas apuntándome con un pulso terrible, mi corazón latía a mil por segundo, no sabía si sentirme culpable o a salvo por la protección que me daba Darkie pero lo que si sabia es que quería llorar.
Darkie: espero volver a verte en el infierno, ahora si me lo permites le diremos a Simón que te lleve a ese ciquiatrico a donde enviaste mamá
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Siempre serás parte de mi
ActionSe que nunca podré sacarme esto que tanto me atormenta, pero tendré que aprender a vivir con el, y saber que hay amores que no son correspondidos y algunos que llegan par sacarme de este profundo agujero.