Capítulo 10.

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Iban en su tercera búsqueda por el mocoso impertinente que se atrevió a insultar al hombre equivocado, los seguidores de HoSeok, no habiéndolo encontrado en el amparo, exploraron un área de cincuenta metros a la redonda, sin resultados; no comprendían cómo fue posible que el chico hubiera salido de la casa y podido alejarse tanto cuando estuvieron a tan sólo unos pasos de él, era improbable que tuviera la destreza de alcanzar tanta distancia entre ellos más aún que estaba magullado y débil aunque aparentemente no fue problema para él.

-¡No puede ser! ¿¡Dónde está!? ¡No hace mucho que se fue!

-Tranquilo Hyeok, lo encontraremos.- Calmó Nam.

-¡Cómo demonios se fue tan rápido!

-¿Quieres tranquilizarte?- Soltó molesto Jin.

-Cuando quiere es veloz.- Voltean a ver a TaeHyung cuando lo escuchan hablar.

-¿Qué?- Cuestionó Hyeok.

-¿Cómo lo sabes?- Cuestionó Jin.

-En el túnel, corrió más rápido que yo.- Sonríe al final.

-Si... y eso nos dice que cuando querría escapar lo haría. ¡Genial!

-¿Quieres dejar de ser tan pesimista?- Dice serio Nam.

-El jefe lo quiere ahora. ¿Qué piensas decirle con respecto a que no lo encontramos? ¿Hmm?- Le dejó pensando unos segundos.

-Buen punto.

-Sigamos entonces.- Opina V.- Aunque sea ligero no quita el hecho de que, si lo perdemos no sólo seremos diezmados por el líder, sino que ese chico estará en manos de los Ingnerssuaks.

Escuchar las palabras coherentes de TaeHyung quería decir que dependían de un hilo para salirse de esa, todos eran conscientes de que sí a su líder le apetecía no seguirían respirando.

Sumándole el hecho de su mano derecha, JiMin, siendo ambos de la misma raza, tenía un vínculo que lo unía a HoSeok que nadie quebrantaría y que si osaban incumplir sus mandatos éste actuaría sin órdenes para que se respete a su líder, separados de por sí ya eran despiadados pero juntos eran la peor calamidad.

Sin tardarse mucho renovaron su búsqueda ya algo preocupados de lo que pasaría si no lo hallaban antes del anochecer.

Durante el tiempo que les tomó hacerlo, ya habían transcurrido horas desde que fueron en su busca, la lluvia se hizo presente sobre ellos convirtiendo el día en uno de los más execrables por el que hayan pasado, la situación no podría ser peor. No encontraron ni rastros de JungKook, el aguacero se encargó de eso, por separado cubrieron el terreno a la espera de verlo por lo menos desde la lejanía, nada.

No querían comunicarse por el intercomunicador así que TaeHyung usando sus habilidades se las arregló para localizar a los demás informándoles que sus métodos no funcionaban con el chico, por lo que, continuaron recorriendo el perímetro otra vez con la esperanza de hallarlo, incluso, lo extendieron más, sin embargo, se quedaron con las ganas porque no, no lo encontraron, el cielo ya se había más que oscurecido, dadas las condiciones climatológicas, y ya era hora de regresar con su jefe.

Caminaban retrasando su destino, en ese instante no podían criticar al chico por temerle cuando ellos también le temían, cada uno iba sumido en sus cavilaciones sin percatarse de que alguien los observaba desde cerca.

-¿Dónde está el chico?

Al oír la voz del líder se quedaron como estatuas, sin saber qué decirle, respiraban en forma contenida como no queriendo que los oyera.

-¿Y bien?

-Verá...- Empezó SeokJin.

Hubiera continuado a excepción de que fue brutalmente acallado por JiMin al aparecerle detrás de su espalda amenazándolo con un arma de fuego.

Una oportunidad para que me amesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora