Parte única

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            Este one-shot se lo dedico a          maitusciara porque ama a estos niños tanto como yo y porque le vengo diciendo desde hace rato que voy a escribir esto.
                       Te adoro.


La niña de cabellera negra se encuentra corriendo dispuesta a llegar a su habitación, a pesar de eso de manera inesperada detiene el andar alegre que lleva  al escuchar tras ella  aquella voz que conoce tan bien.

Voltea encontrándose con el rostro de su amigo, de Leslie, que sonríe tímido como solo él lo hace.

—Buenas noches, Isabella.

Oh, por supuesto que tendrá buenas noches, si aquel simple gesto logra que sea tan feliz, no comprende del todo  el porqué pero que se preocupe por saludarla la llena de una gran e increíble alegría.

—Buenas noches Leslie, que duermas bien —contesta ella muy sonriente.

—Gracias. —El chico la mira y luego se despide con la mano, antes de dirigirse a su cuarto.

Isabella lo observa, notando que es tierno, muy,  bastante, demasiado  tierno. Aunque de pronto a su mente llega otra palabra que lo describe mejor.

Dulce.

Leslie es dulce, tanto como comer azúcar a cucharadas y disfrutar del maravilloso sabor que dura tan solo unos instantes, porque luego se deshace , pero la dulzura de él no lo hace. Sus pecas y ojos son tan bonitos que jamás se cansaría de mirarlos, está totalmente segura de aquello.  Su cabello, oh, ella cree sin ninguna duda que debe ser tan suave como las alas de aquellas mariposas que siempre revolotean a su alrededor tan delicadamente.

Las risas de los más pequeños son aquellas que la hacen dejar a un lado aquellas ensoñaciones y también logran que note el que estuvo divagando demasiado sobre su amigo.

Así que sacude un poco su cabeza como para despejarse y finalmente va a acostarse.

***

Ha dado muchas vueltas en su cama y aún así no puede conciliar el sueño. Y es que una vez más se encuentra divagando en  aquél mar de sentimientos, sentimientos que en su mayoría se relacionan con Leslie.

Ahí está ella, pensativa, con su cabello suelto que ha quedado algo ondulado por el peinado que lleva habitualmente, desparramado por la almohada, sus ojos violáceos intentando mirar algún punto del cuarto a pesar de la oscuridad y una de sus manos sobre su mejilla.

Se pregunta. "¿Qué sucederá cuando alguno de los dos tenga que marcharse?" porque no podrán estar juntos aunque le gusta imaginarse que sí.

Adora soñar despierta con que podrán encontrarse una vez fuera del orfanato, que podrán visitarse y explorar juntos todo lo que no conocen, todo aquello que está tras esas rejas. Le encanta pensar en  eso y sobre todo le fascina creer que seguirán siendo amigos, que Leslie continuará cantando aquella melodía que  tanto le gusta e incluso que hará muchas más.

***

—¡Buenos días! —Isabella entra alegre al comedor y al ver que Leslie se encuentra colocando algunos platos para el desayuno  se dispone ayudarlo.

El niño da un respingo cuando ella toma parte de la bajilla que él lleva, la ve yendo a la mesa, así que decide hacer lo mismo.

En medio de la tarea escucha su voz, piensa que murmura algo pero eso no sería común en Isabella. Entonces presta un poco más de atención y se da cuenta.

Está tarareando su melodía.

Él jamás pensó que le gustase tanto, es decir claro que le ha expresado que le resulta linda pero nunca se le hubiese ocurrido que llegaría a aprendérsela.

—Isabella —habla bajito, realmente no quiere interrumpirla.

—¿Qué sucede? —Ella lo mira, se percata entonces de algo, así que baja un poco el tono de su voz—. Perdón, yo no me di cuenta, es que me gusta mucho, pero en cerio lo ciento, sé que no quieres que los demás la escuchen.

—Es-está bien, no es eso. —Baja la mirada, no se atreve a decirle que escucharla cantar le ah gustado.

—No importa, en serio, me gustaría seguir pero entiendo. —Lo observa, sus ojos brillan por la emoción, se le ah ocurrido algo—. Tal vez podríamos cantarla juntos luego, fuera —sonríe, y ´él lo hace también al oír su propuesta.

Es así como por la tarde  los dos terminan sentados en una de las ramas gruesas de aquel gran árbol en que siempre se encuentran.

Los cabellos de ambos son movidos gracias a  la brisa fresca de aquél,  día, los de él vuelan libremente , mientras que de ella solo son mecidos aquellos  mechones que siempre  deja sueltos enmarcando su rostro. Una mariposa se posa en la mano de Leslie,  mientras Isabella balancea sus piernas de atrás hacia adelante.

Ambos tararean la melodía en perfecta armonía, sus voces parecen estar hechas para cantar a la par, complementándose a la perfección, haciendo de aquella canción todo un espectáculo del cual los únicos espectadores son ellos y la naturaleza que los rodea.

Continúan así un largo  rato, llegando incluso a repetir barias veces aquellas notas, pero no les importa porque están juntos y aprecian mucho que así sea.

Ambos atesoran felizmente  en su corazón  cada momento en el que se encuentran lado a lado. Solo ellos,  dos.

Juntos [TPN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora