- querido que bueno que despertaste - soltó una voz de una mujer en la habitación llamando por completo mi atención.
Al verla la pude identificar, la había visto en algunas videollamadas que había tenido con Steve era Sarah Rogers su madre una beta que trabajaba de enfermera en un hospital de renombre en Rusia.
- ¿Señora Rogers? - solté con miedo a que fuera un espejismo ya que podía ser mi forma de salir de esta horrible situación.
- la misma, ¿Ya te sientes un poco mejor? - no respondí me levanté rápidamente de la cama mientras que me fijaba en la puerta.
- señora Rogers usted no lo entiende necesito ayuda.
- o pero pensé que no querías pasar este celo con Steven - dijo risueña y yo negué con desesperación.
- señora Rogers no estoy aquí por voluntad propia necesito que me ayude a salir de aquí, Steve me secuestró - dije apunto de tener un ataque de pánico.
La sonrisa de la mujer no desapareció es más parecía como si me tuviera ternura por mi forma de actuar se acercó a mí y me dijo con una voz de total amabilidad.
- cariño eso ya lo se pero no deberías de decirle a alguien más que los visité.
- no es de verdad, no es una broma ayúdeme - mis fermonas se habían tornado ácidas y la ansiedad que sentía se miraba completamente con mis movimientos o acciones.
- tranquilo solo te sentirás así hasta que Steven te marque después miraras de que el secuestro era necesario. - dijo para acercarse a mí y acariciar mis cabellos castaños mientras yo lloraba en silencio esto no me podía estar pasando.
- mi hijo escogió bien, tienes una linda y pequeña cintura pero aún así caderas anchas y bonitas para tener a mis nietos - el pánico me atacó sentía como mi esperanza se apagaba con cada palabra.
- yo no quiero estar aquí tiene que ayudarme - solté como un suspiro mientras trataba de regular mi respiración que fue atrofiada por mi llanto.
- yo tampoco quise una vez y ahora estoy feliz así que tienes dos opciones, tratar de escapar por tu cuenta algo que no te recomiendo querido y la segunda es darle una oportunidad a tu nueva vida.
Lo decía como si estuviera hablando del tiempo, como si fuera algo completamente normal mi secuestro o fuera un premio algo de que celebrar y yo fuera el mayor ganador cuando era todo lo contrario.
- te traje algunos de los suspensores para que pases estos tres días y te puedas acercar a Steve con normalidad sin miedo a que el calor te ataque además que le dejé algunas explicaciones a el por escrito.
Asentí, no había más que hacer era como si hablara con la pared tratar de convencer a esta mujer de que me ayudara si quería salir de aquí tenía que ser por mis propios métodos.
- vendré algunos días para revisar tu condición física puede que hasta nos hagamos buenos amigos.
- ¿Usted no vive aquí? - rece por al menos obtener alguna información de mi paradero.
- claro que no querido solo está Steve y tú, yo vine por qué fue una emergencia.
Asentí para cubrirme con las mantas en posición fetal, quería que todo fuera un sueño y poder despertar como si de una pesadilla se tratara.
- mire también que tu ropa estaba hecha polvo así que tome algunas prendas de tu nuevo guardarropa y me tomé la libertad de vestirte para que estuvieras un poco más presentable.
¿Cómo es posible que siguiera hablando aún? ¿No notaba mi estado mental en el que había entrado?
- gracias - solté aún queriendo decir un "por nada" para completar la oración.
- cuando quieras querido, ahora somos familia y por cierto estoy segura de que los demás van a estar muy felices de conocerte.
Escuché que la puerta se abría y el olor de Steve picaba mi naríz a la falta de fermonas mías, muy probablemente habían ventilado la habitación.
Escuché como se despedía de su madre y como cerraba la puerta dejándonos a el y a mi solos en la habitación como horas antes aún que en un entorno muy distinto.
- Anthony vamos sal de entre las sábanas, tienes que cenar - decía mientras trataba de quitarme la sábana que me cubría y yo agarraba con fuerza.
- ¡No, tú no eres mi Steve! Mi Steve nunca fuera hecho esto el no... - la batalla por la sábana la había ganado el descubriendome y mirando mi estado.
- Tony soy yo mírame - dijo para tomar mis brazos para que dejara de tratar de herir mi cara con mis manos.
- no... No quiero esto si fueras mi Steve me dejarías libre nunca me fueras llevado largo de mi casa.
- ya es suficiente - soltó con enojo, si fuera sido antes yo me fuera reído de haberlo provocado inclusive lo abrazaría para que se le pasará pero en la actualidad si pudiera hacer que no despertará no dudaría en hacerlo solo por escapar.
Su aroma dominante lleno la habitación haciendo que me encogiera pero aún así me pare y le mire directamente a los ojos con enojo y rabia.
- la cena se va a enfriar y si no quieres bajar yo te voy a bajar - no espero respuesta me tomo del brazo y jalo para pararme y hacer que le siguiera.
Bajamos unas escaleras a un comedor para ponerme enfrente un plato de comida, era un maldito infeliz pensé al ver que era pues había shawarma lo mismo que amaba comer cuando nos reuníamos.
Mi estómago sonó por el hambre pero aún así prefería morir a ser un prisionero de por vida así que avente el plato largo de mi ante la atenta mirada de Steven.
- Anthony - me nombró como si me regañara.
- ¿¡Que, que me vas a hacer si no me como tú puta comida!? Matarme pues sabes que me importa una mierda voy a encontrar una salida de esto y tú ya lo sabes.
El suspiró como cuando teníamos una discusión pero no me retuvo a el momento que me levanté de la mesa para mirar a todos lados.
- me asegure de que no puedas escapar de aquí tan rápido Tony así que ve a dormir ya que no quieres comer. - dijo para darme un beso en la frente.
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Secuestrado
Adventure¿Que pasaría si de un día a otro tu familia ya no supiera más de ti? Ya no poder más a tus seres queridos y tener como meta cada día tratar de escapar. ¿Que pasaría si tú héroe de turno se convirtiera en tu peor pesadilla? Eso le toca afrontar a Ton...