Alexander se despertaba junto al sonido de la alarma. Esta sonaba pero sin ser del todo un fastidio para Alex. La música era su pasión, y qué mejor que despertar con ella; la canción que él había determinado era una de sus favoritas, Geografía de La oreja de Van Gogh, la letra simplemente lo transportaba de la existencia a lo más recóndito de sus anhelos.
Como todas las mañanas se alistaba de manera veloz y sin la necesidad de planear su día, únicamente tomando en cuenta la mochila roja que no cambiaba, y por supuesto su instrumento, una guitarra eléctrica bastante bien cuidada que atesoraba y llevaba consigo siempre en un estuche azul oscuro. Antes de tomar las llaves del lugar, se observó en el espejo, llevaba un completo conjunto negro que le daba una personalidad fría, sus pensamientos simplemente ignoraron su importancia.
Esa mañana tomó el transporte público, su motocicleta se encontraba en el taller para un mantenimiento; de tal manera que le dió más tiempo de pensar en distintas cosas.
Alguna vez me pregunté,¿Qué significa cuando sueñas con personas que nunca conociste?, y... soñé con ellos y me encantaría que fueran reales, talvez tuve esta clase de sueños porque me siento solo...
Alex dejó de pensar y miró el camino.
El camino no era aburrido, habían demasiadas cosas para observar, ¿qué es lo que ocurre cuando una gran ciudad es una gran atracción?, estamos hablando de New York la capital del mundo, destino de todo aquel que quiere de su vida una aventura.
Al llegar a la universidad, decidió pasarse por el campus deportivo, un amplio espacio que le permitía despejarse aún más del mundo, al encontrarse a gusto optó por sentarse en una banca que ubicó con suficiente sombra para tocar su guitarra en paz. Sin la amplificación, y tomando beneficio de ello, al no escucharse, podía practicar y sentir que el único que podía juzgarlo era él mismo.
Puso música en su celular, para poder concentrarse en lo que quería realizar, pero fue interrumpido por el sonido de un bajo, que claramente, venía del muchacho que se encontraba no muy lejos de él sentado, completamente relajado. El sonido era un poco misterioso, de igual manera, sin amplificadores.
Sin dudarlo un segundo más, decidió acercarse para entablar una conversación con él, además de que parte de ser él mismo era la curiosidad, no vió motivos por el que no fuera de esa manera, el sonido era atrayente, casi imposible de resistir.
Alex se paró frente a él, y dijo:
—Es un buen ritmo, ¿No lo crees? —mencionó moviendo las sejas e intentando ver el rostro del muchacho que no interrumpió su música.
El muchacho levantó la mirada hacia él y dijo:
—Si no está tan mal, ¿cuál es tu nombre? —preguntó.
—Me llamo Alex ¿y tú?
—Iván... —le dijo con un tono apagado.
Y es que es verdad, muchas personas sienten que hablar con extraños no es algo normal, pero cómo sino nacerían las grandes amistades
—Es un gusto —y pensó un segundo, en lo tímido que había reaccionado Iván— No eres de por aquí ¿verdad? —preguntó Alex.
—No, lo cierto es que me mudé hace algunos días y me siento un poco perdido —mencionó Iván, que por fortuna, no se hizo problema con respecto a la pregunta de Alex.
—Entonces déjame mostrarte el lugar —se ofreció muy ameno Alex, le intrigaba y emocionaba conocer un poco más al muchacho del bajo que lo había asombrado con Another One Bites the Dust —será interesante conversar.
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Me llora el cielo (Most Wanted)
Teen FictionQue con tu calor me das color Secando mi tristeza, aleja el dolor De un corazón que te ama con certeza Y ay, hay lágrimas con dedicación Que inundan mi habitación Que si no estás amor Me llora el cielo