El botánico y filólogo de más renombre de todo Japón, se encontraba en una importante investigación al momento de recibir la llamada. Su jefe; otro importante investigador de la rama y el, se habían propuesto llegar al más importante avance de la biología para usar las plantas en la evolución de la medicina.
Era la razón por la cual Aomine Daiki se encontraba en lo profundo del bosque de Kashima Jingu, muy lejos del templo más importante de la zona.
Había sido un completo dolor de cabeza hacer que los lugareños le permitieran internarse en lo profundo del bosque, con la única promesa de no acercarse a cierta zona a la cual no se había entrado en más de cien años y en la cual; según las historias, aquel que se internaba no salía jamás, que ahí vivía el dios de la zona.
Por supuesto Aomine, un hombre alto, de piel morena, reluciente y complexión fuerte; porque ningún debilucho sería capaz de andar por kilómetros en medio de la espesura, con calor o frío, trepando árboles, peleando con animales salvajes e insectos, así que lejos de hacer caso a la premisa, Aomine se internó cada vez más en la dirección a la zona prohibida.
Lamentablemente al ser también un hombre más que perfecto en su trabajo llegar al lugar fue completamente interrumpido por cada flor, hoja, pasto o insecto que viera. Tomo muestras, fotografías y anoto lo más importante que vio a cada paso. Así que cuando cayó en cuenta, la realidad era que ya estaba anocheciendo, no podía quedarse así como así en la intemperie.
De su maleta exploradora saco lo necesario para montar un modesto campamento, uso su experiencia para hacer una pequeña fogata que no destruyera en equilibrio del bosque, Aomine era superviviente, no un idiota.
Al terminar su cena, limpio todo e intento dejar lo más posible el lugar como si nunca hubiese estado de paso, a Aomine no le molestaba dormir en medio de la oscuridad, siempre portaba su cuchillo militar cuando viajaba, no esperaba que un lugareño fuera hasta donde se encontraba y por lo que había notado hasta ese momento era que no había animales que pusieran en peligro su vida; al menos hasta ese momento, así que sin más se fue a dormir.
A la mañana siguiente siguió con su trabajo, no dudo en hacer lo que mejor hacía, por lo que muestras no faltaron en su mochila. Pero con el paso del tiempo, la espesura del bosque se iba tornando más y más densa, parecía que oscurecería, mas su reloj le indicaba que aún no era ni el medio día.
Entonces paso que de pronto sintió un ligero cambio de presión en el cuerpo, una sensación algo tibia y asfixiante. La maleza se iba tornando más espesa, por lo que incluso el andar le fue difícil, la humedad del ambiente le había obligado a quitarse la camisa y quedar solo en camiseta, una tan sudada que se le pegaba al torso.
Mientras se amarraba la camisa a la cintura, vio un pequeño chispazo rojo a lo lejos. La mayoría del follaje era de diferentes tonalidades de verde por lo que ver ese color en lo profundo le dio curiosidad. Era imposible que la mano del hombre hubiera arruinado el lugar, pero como el mismo hombre era impredecible era mejor investigar.
Pese a lo que algún otro de sus compañeros hacía, Aomine no cortaba la maleza a diestra y siniestra en su andar, he ahí la razón del uso de manga larga a pesar del calor.
Aomine camino con lentitud haciendo con sumo cuidado cada planta a su lado, evitando pisarlas hasta que dio en lo que parecía una ciénaga. Abrió los matojos para ver con mayor claridad a lo lejos y lo que vio le sorprendió.
Era un enorme árbol en medio de un lago de aguas de color esmeraldas. Era una especie que nunca antes hubiese visto y ya se veía ganando algún premio por el descubrimiento de esta.
El árbol parecía que lloraba fuego, puesto que el color rojo inusual de este en sus hojas; que no alcanzaba a distinguir su forma desde su posición, se hallaban en caída, largas hasta el agua,
ESTÁS LEYENDO
Primer botón: Flor de loto roja. (Saga de las Flores)
FanfictionEspecial AoKaga para celebrar 300 seguidores ¡Gracias a ustedes y espero que les guste esta historia! En medio de su investigación, el renombrado Biólogo Aomine Daiki se encuentra con lo inesperado, quizá su hallazgo lo haga famoso o... le de la fel...