Escritos

MAL PICAFLOR

Mi miedo parecía ser mi intuición, porque resulta que no cumpliste con lo que dijiste. 

"Vamos en serio"

"No te puedo prometer la luna aún, pero voy muy en serio". 

Que falsedad más grande resultaste tener. Que excusas más idiotas acabaste dándome...

¿Que me querías? ¡JA! No quieres ni a tu madre amor. Temía que desaparecieras y me quitaras la pizca de esperanza en la diferencia, que aún me quedaba. Lo dije...

Tanto que lo dije mundo, tanto que lo advertí sociedad... Pero pasó el tiempo y no cumplieron.

Mi yo bueno murió en el momento exacto en el cual me confirmaste que esta desdichada noticia es real y no una broma. 

Mi corazón se ha congelado, al punto de que ni siquiera me preocupo por realizar un muro para protegerlo. Él mismo decidió no intentarlo. Me alegro. Me puedo ahorrar el consolarlo.

Lo que no quiere decir que ahora me deprimo. Todo lo contrario, ahora es que saldré del armario de la duda. Hiciste definitivo mi cambio a piques de tener independencia para con mi vida, dándome la oportunidad de ser una Perra Maldita Sin Corazón. Con libertad de salir y causar estragos en todo cuerpo, mente y corazón. Incluyendo el tuyo. 

No tengo más que escribir, la verdad ni siquiera necesité superarte. Nunca te dejé entrar de todas formas. Cuando necesites mis consejos y veas lo que has perdido, lo mejor que te pudo haber pasado en la vida, y desaprovechaste. Ni siquiera sabes ser un buen y disimulado picaflor... Que MAL PICAFLOR, hasta pena das...

Mejor así. Hasta nunca.  

Katheryn

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La verdad es que esa persona solo me atraía físicamente, pero me ayudaba a olvidar al otro y me fastidió bastante que se convirtiera en otro idiota antes de que pudiera olvidar al anterior.

Aunque no me dolió nada que se fuera, agradecí que se fuera antes de que la cosa sí fuera en serio. Y por si les da curiosidad saber, simplemente le gustaban todas y no se decidía. Yo quería sinceridad (o solo sexo o un intento de algo) pero él no supo administrar nada bien. Así que, le dejé jugando con el resto, pero quien sufrió por mí fue él. Lo demostró seis meses más tarde, pero yo ya no perdonaba y tenía otro drama presente...El del primer idiota.

A quien no deben olvidar, porque ese sí que va a estar repitiendo sitio. Ese idiota era mi vida y mi muerte, todo junto y revuelto. Se darán cuenta...

Intentaré no hacer notas tan extensas.