Los Abanicos del -Niégalo tres veces- (Parte 1)

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Información:

Esta recopilación de escritos está elaborada en base con las canciones, los
personajes no me pertenecen en lo absoluto, tan solo quería escribir un poco de la visión u sentimientos de este.


Abanico 1: El arte de los mil sauces.

La brisa de los amaneceres siempre ha sido cálida al despertar, no había quien perturbara su calma ni siquiera entre mil preguntas u risas que podrían ser negadas más de tres veces en un cerrar de abanico, a este punto de culmine ¿Qué importaba si al preguntar se le negaba tres veces la respuesta?

En realidad, disfrutaba del alboroto de los jóvenes indulgentes en su cultivo, siempre y cuando no involucrase espadas u cuchillas su voz podría sonar mil veces cantando canciones o recitando poemas, o ¿Debería deambular solo con su libertad?

Pero de acuerdo a los deseos de muchos, a las altas expectativas terminaste en Gusu como "él" lo deseaba, pero no llegaste aquí sin un propósito. En el Clan Lan no solo las montañas de pergamino enseñaban la sabiduría si no también la gracia y apreciación de un arte, pero de entre todos estos ¿Cuál era el correcto a elegir? ¿Cuál daría brillo al abanico de los mil sauces?

Aunque en vez de envolverte en la sabiduría lo único que provocaste fue que tus mangas se manchasen de tinta imprudentemente copiando más de una vez las tres mil reglas, pero en ocasiones cuando escuchabas a los demás sobre "él" te sentías cobijado en su protección, aunque el miedo de su severidad te hacía flaquear.

-Tu hermano me ha preguntado por tus estudios. -

-¿Podrás finalmente terminar este año? -

¡Ah, claro que soñabas con ese momento!

Cuando finalmente llegue vas a poder correr libre, recogiendo el pincel que se te fue entregado como si fueses bendecido y al dar el primer movimiento junto con tu abanico sentirás la armonía del mismo sol y la luna. Soñabas con esos instantes donde los poemas danzaran en tu lengua y las canciones tocasen el ritmo que las pinturas de tus historias.

¡Ah, claro que deseabas envolverte en la elegancia, centrarte en las artes, sentirte parte de ello!

-Tu hermano sabe que te gustan las artes, y eres bastante bueno en ello, Huaisang.-

Ojalá pudieras mostrarle lo que tus manos son capaces de hacer, aunque tu nombre fuese concebido como el "Niégalo" aún había mucho que decir en el sostén de tus manos a la tela que se desplaza entre tus dedos; Este abanico te ha acompañado en tantas noches iluminadas en bullicio, entre risas, entre habladuría hasta en el momento de la larga despedida donde las ancestrales Montañas de Gusu también hicieron lo mismo.

Viajando por los caminos que una vez transitaste, preguntándote ¿Cuál será el próximo que te guíe? ¿Estaría aún en lo más profundo del bosque?

Abanico 2: Los salvajes mares se deslizan en los pliegues.

Viajar por los rincones del mundo e incluso a través de los bosques suele ser dichoso siempre y cuando este habitado por personas alegres u capaces de enseñarte lo que sus pinceles pueden hacer en la suavidad de la tela de arroz, esta vez con la pieza que deslizabas lentamente frente a tu rostro lo veías con tan solo contemplarlo apenas, ¡Las grandes mares salvajes se deslizan en cada doblez!

Los abanicos de Nie HuaisangDonde viven las historias. Descúbrelo ahora