Abby
-¿Entonces como fue tu primer noche en infierno?-ese fue el saludo de Clara, apenas ingrese al salón.
-Horrible- dije en voz baja, para evitar que todos escucharan mi humillación.
-Debes contarme, eres mi mejor amiga.- suspiro colocando mi cabello detrás de mi oreja.
-Fue un poco difícil conseguir el trabajo, uno de los socios estaba totalmente en mi contra. De hecho me dijo que era una niña- hice una mueca de disgusto, pero la curiosidad en los ojos de Clara me hizo proseguir.- Entonces tuve que hacer una pequeña demostración, luego de eso conseguí el trabajo.
-Eso no es tan malo, dime ¿Qué fue lo horrible? Vamos escúpelo.
-Cuando llego mi turno de bailar no pude estar ni siquiera cinco minutos arriba. Un loco salto y me cargo como un costal, no solo eso, se atrevió a nalguearme. Fue tan... vergonzoso-Clara comienza a reír. Imagino que debe ser divertido si no es a ti a quien te sucede.
-¿Era ardiente?- pregunta de repente.
-¿Qué? ¿Por qué te preocupa eso?
-Porque si era ardiente, valdría la pena. Es decir podría ser el amor de tu vida y simplemente lo dejaste ir por vergüenza.-ahora si siento el ardor tan conocido en mis mejillas.
-Bueno, era en realidad muy guapo. Y se sentía en verdad muy bien constituido...
-Oh por Dios ¿Lo sentiste?- ¿Es que no lo dejara pasar?
-¡Me atrapo!- murmuro con fuerza- No es como si lo sintiera apropósito, pero debí sostenerme para no caer.
-¿De qué te sostuviste pequeña traviesa? - mi mandíbula cayo hasta mi regazo.
-De su cintura malpensada.
-¿Tenía buen trasero? Es decir, desde ahí tenías una buena vista de ello.
-Si lo tenía ¿Feliz? Ya no sigas burlándote.
-Estoy sintiendo tanta envidia justo ahora. Que no daría por que alguien me rescate y me cargue así. Y más si es tan ardiente como lo pintas.- debí disimular el ataque de risa que me dio con una falsa tos.
-Si, pero luego los matones intentaron golpearlo, sus amigos se involucraron y terminaron detenidos.
-¿Entonces no pudiste bailar?
-Oh claro que lo hice. Luego de eso John y Aníbal creyeron que era una especie de diosa que los hombres querían robar. - unos idiotas, pero al menos había conseguido un buen dinero- Aníbal incluso intento invitarme a salir, fue tan horrible.
Una vez que la clase termino me dirigí a casa. Anoche solo pude dormir tres horas antes de correr a las prácticas, de allí directo a clases y más tarde debo estar en infierno.
Quizás esta noche no sea tan mala, el loco no se atreverá a ir, Aníbal espero que haya entendido mi negativa y no me lo ponga difícil.
Mientras caminaba siento la bocina de un auto tras de mí. Simplemente genial.
Al voltear veo a Noah, él fue mi último novio. Rompimos hace tres semanas, luego de que me dijera que se había acostado con una de mis amigas.
Una amiga que ahora me mira como si nunca me hubiera conocido, supongo que la culpa la lleva a eso.-¿A dónde vas Abby?- lo vi inclinarse contra el volante, intentando una pose sexy. La verdad no quería responderle, así que simplemente lo mire callada.- ¿Abby? ¿A dónde vas?
-A mi casa- me obligué a contestarle- Lo siento pero estoy muy cansada así que adiós.- sabía que no se daría por vencido, él simplemente no aceptaba la ruptura.
-Te llevo- como si fuera a aceptar un viaje con él.
-No, estoy bien.- dije bruscamente continuando el camino.
Esta vez no me siguió, sino que acelero hasta que lo vi perderse en la ruta. Suspire feliz, al menos esta vez lo entendió.
Hice diez paso antes de que mi teléfono sonara con un mensaje, el número era desconocido, pero al leerlo supe quien lo había enviado."Espero esta noche si aceptes la cena. A"
¿Por qué ahora? Simplemente quiero trabajar tranquila, graduarme y ser feliz.
Pero no, tengo a un ardiente loco sacándome del escenario, a un jefe acosándome y a un ex insistiendo. ¿Qué me falta?
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Protegiendo A Mi Luna
WerewolfMegan Williams es una maestra de primaria tratando de mantener un bajo perfil. Su vida es una tortura, no deja de recibir mensajes y llamadas de un hombre que la considera suya. Todo empeora cuando este acosador incendia su apartamento con ella dent...