Rompe apresurada, sin dudarlo ningún instante, el galope de su más rápido caballo. Con la mirada hacia el destino, pierde totalmente el raciocinio. Ella no mira atrás, pero puede oler la ceniza que alimenta su locura.
Es temporada de nieve en todo el reino, aunque ella sienta fuego. Los caminos están nublados, perdidos en una incertidumbre de realidad. Son una cortina gris que nadie debería cruzar. La nieve es espesa y muy gruesa. Al caballo le cuesta andar, pero esto, a ella, no la rendirá. Está ebria por el sentimiento de su propósito acabar.
El galope ruge el camino que ella debe cruzar a toda costa. No puede mirar atrás. No sabe qué vendrá, pero sabe lo que encontrará, lo sabe muy bien.
Cierra los párpados voluntariamente, las lágrimas inundan el bello rostro de esta ahora mujer, el viento las desvía muy lejos cayendo en la suave nieve. Aunque su bello rostro, pálido por el frío, luzca tristeza, sus ojos llenos de odio reflejan ira; Ira que merece y necesita obligadamente ser tratada. ¡Mátalo ya!
El frío congela su nariz, pero no todavía su platinada armadura cubierta de un animal tan cálido como muerto sobre ella. Sus guantes sostienen al animal sobre sí, aunque ella finge controlarlo. Sus botas golpean fuertemente y cortan a los lados de su fiel caballo que duda como ella debería del propósito de este viaje. El caballo protesta con su particular sonido. No puede trotar por donde no ve. Así que ella lo impulsa salvajemente a seguir, a seguir este vacío propósito. Lo impulsa con otro golpe.
Las horas que continúa no matan su ímpetu. Ella sigue a pesar de la increíble vista bizarra de la nieve. Está perdida, pero no se detiene. El caballo relincha.
Se preocupa por estar tan concentrada en el frío intento. Recuerda más que su propósito. Ella mira detrás, mientras galopea sin detenerse. Sostiene el equipaje colgado del caballo. No debe perderlo, es su mayor recuerdo, su mayor combustible. Ella golpea al caballo.
Seis días enteros de nieve intensa y trote sin descanso matan al fiel caballo. Este cae desplomado y tieso al piso blanco dejando su propósito como un fracaso, pero ella no fracasará. También cansada, pero sin intención de morir, levanta su pesado cuerpo, recoge su preciado equipaje. La pesada hacha en su espalda la retrasa. Camina sin fin, sin propósito. Ella duda.
El camino invisible la lleva a una bifurcación. Ella no sabe a dónde debe ir. Ella duda.
Pero la nieve logra apartarse por un momento. En medio de esta división hecha por Odín para detenerla y acabarla hay una gran cabaña de dos gloriosas plantas. "Gracias, Padre Thor" piensa.
Sus piernas dudan como ella al caminar. No puede más. Así que se desploma antes de llegar. La nieve la cubre. El frío mata su propósito. Ella duda, nada más.
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Incertidumbre en el BOSQUE HALIUF
RomanceFiryí Thur es hija de la gran dinastía Thur, dueña de la basta tierra de Yuvöo. Ella monta ferozmente a su caballo de guerra camino a cumplir una misión peligrosa, pero un terrible desvío cambia su propósito, llevándola al maldito bosque Haliuf, cer...