"Papá... ¿cómo conociste a mamá?

¿ustedes cómo se conocieron?

Son las 08:00 de la noche, en una ciudad cerca del mar. Hoy es 26 de noviembre; y en un edificio a unas cuadras de la playa, vive una familia conformada por tres personas.

Ariel y Jim se encontraban en su habitación, abrazados y algo cariñosos cuando un travieso niño de siete años irrumpe en el cuarto.

- Nicolás, no te eh dicho varias veces que toques la puerta antes de entrar - regaña su madre.

- Ups, lo siento mamá. - dice de forma traviesa - ¿Acaso interrumpo algo? - sonríe de forma pícara.

- ¡Dios! ¿qué voy hacer con tigo? - dice sin poder esconder una sonrisa.

- ¿Qué pasa Nico? - habla Jim de forma cálida a su hijo.

- Me siento solito halla en la sala, así que decidí acompañarlos -

- Yo creo que ya es hora de que te vallas a dormir -

- ¡Mamá! - réplica el niño algo fastidiado.

- Nico, tu madre tiene razón. Ya es tu hora de dormir - dice con su voz cargada de autoridad.

- Bueno... - se sube a la cama y se coloca en medio de los dos - pero por lo menos cuenten una historia para dormir -

- Ja, niño astuto - se burla su madre.

- Pues claro, tengo buenos genes -

- ¿Y de quien los heredó? - mira a Jim de forma burlona mientras que él la mira de forma dudosa.

- No te hagas mamá, que mis tías me contaron como eras de joven. - la corrigió fácilmente - Ellas me dijeron que eras la que más dolores de cabeza le daba al abuelo después de tía Adela con su primer novio -

- Jajajaja, y tú con tu mirada acusadora pensando que se refería a mi - le dice a su esposa sin poder contener la risa.

- Ok, ok lo admito. Era bastante rebelde en la adolescencia. - admite - Pero tu también Jim, no niegues que eras bastante problemático -

- ¿Quién? ¿yo? - su mujer lo fulmina con la mirada - Ujum... bueno puede que yo de vez en cuando me haya metido en uno que otro problema, y que alguna que otra vez haya dormido en una comisaría, pero oye, esos son delitos menores ya está en el pasado -

- Recuerda aquella vez que tuve que convencer a Attina para que te sacara de la cárcel -

- ¡Papá ¿estuviste en la cárcel?! ¡¡Cool!! -

- ¡No! no fue tan así. Y, hijo no es cool, nada cool. No vuelvas a decir eso - le dice apenado.

- Jaja, lo que tu digas... - de repente se quedo pensativo llamando la atención de sus padres.

- Hummm... - dicen al mismo tiempo - ¿Pasa algo, Nico? - pregunta Ariel.

- Oye mamá, oye papá... ¿ustedes cómo se conocieron? -

- ¡Oh! bueno... como fue que nos conocimos - dice Ariel pensativa.

- Bueno Nico, ponte cómodo que es una historia algo larga. - le dice Jim con gracia a su hijo - Nosotros nos conocimos una mañana en la playa...

Continuará...