lo que hacen mamá y papá 丼 kookmin.

capítulo 07

❝ pijamada ❞

　　　　　　 　　　

—¡Papá! —lloriqueaba el pequeño Jimin, tratando de conseguir su permiso.

Después de varios días sin poder ver al azabache, lo que más quería en esos momentos era una pijamada en la casita de éste, donde seguirían jugando a ser padres, verían alguna película y dormirían juntos después de cenar galletitas horneadas por Nayeon.

—¡Porfis, porfis, porfis! —rogó, aferrándose a la pierna derecha de su padre—. ¡Me he portado muy bien y he hecho todas mis tareas, papá! Déjame ir, por favor.

—No lo sé, bebé... —articuló mientras trataba de caminar, pues que al tener a su pequeño colgado de su pierna le era imposible caminar con normalidad, incluso se veía un poco gracioso.

—Papá —el mayor observó el pucherito junto con a los ojos de cachorro mojado de su bebé y rendido dijo:

—Preguntale a papi, si él te da permiso, entonces yo también —afirmó. Jimin entusiasmado, soltó la pierna de su progenitor y fue corriendo en busca del mencionado.

—¡Papi, papi, papi! —llamó una vez lo encontró en su estudio, trabajando en su computadora.

—¿Qué pasa bebé? —lo abrazó, subiéndolo a su regazo y acariciando sus cabellos. Jimin habló contra su pecho.

—¿Me dejas ir a la casa de Jungkookie? Por favor, quiero dormir con él —su voz sonó amortiguada, pero aún así se logró escuchar.

—Pregúntale a tu papá —declaró, regresando su atención a su trabajo.

—Oh... —formuló, e inmediatamente se bajó de su regazo y fue corriendo de vuelta a la sala con su papá Yoongi—. ¡Dijo que sí! ¡Llévame, llévame, llévame!

—¿Hmm? ¿En serio? —dejó su libro de lado, buscando sus llaves—. Bueno, arregla tus cosas.

—¡Sí! —gritó eufórico. Sin perder más tiempo, fue corriendo a meter un cambio de ropa, su pijama, algunos juguetes y su cepillo dental, todo en su mochilita de Chimmy, uno de sus personajes favoritos.

Mientras Jimin arreglaba lo que llevaría, Yoongi hablaba con las madres del azabache por línea para que éstas le confirmaran si su castañito se podía quedar a dormir en su casa. Y como lo imaginó, obviamente dejaron que se quedara, pues se conocían desde antes de que sus hijos nacieran y querían mucho a los niños. Eran como una familia.

—¿Listo, Jimin? —preguntó su padre desde la puerta. Jimin bajó corriendo las escaleras, saliendo por la puerta abierta y esperando a que su padre quitara el seguro del coche para poder entrar.

Yoongi rió por la emoción de su pequeño hijo. Quitó el seguro y ayudó a subir al castañito a la camioneta roja, pues era muy pequeño y se le dificultaba subirse a ella él solo. El transcurso del viaje duró aproximadamente veinte minutos, con un pequeño Jimin emocionado brincando en su asiento.

Apenas se estacionaron frente a la pintoresca casa del azabache, el menor de cabellera castaña salió disparado del coche. Ignorando a su padre que le pedía que lo esperara.

—¡Kookie! —gritaba, mientras tocaba energético la puerta.

Ésta fue abierta por el azabache, que con tan sólo abrir un poco Jimin ya se había lanzado a abrazarlo, besándole ambas mejillas y dejando un piquito en sus tibios y rojizos labios.

—Jimin, tu mochila bebé —llegó Yoongi, entregándole la mochila.

Los menores no perdieron más tiempo y fueron corriendo al cuarto del azabache, —aquel que estaba decorado con objetos de Ironman— subiendo las escaleras tomados de las manitas. Nayeon fue a atender al padre castaño.

—¿A qué hora paso por mi Jimin? —preguntó Yoongi, viendo como los piecitos de los pequeños brincaban por las escaleras hasta perderlos de vista.

—No te preocupes por eso, Yoon, yo te lo llevo a casa —restó importancia—. De cualquier modo ya tenía ganas de visitar a Seokjin, tengo varias fotos de los pequeños que quiero mostrarle.