Prólogo.

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Miraba atento el libro entre sus manos, suspiro antes de pronunciar las palabras escritas en el, espero pero nada pasó.

— Esto es una tontería—, cuando estaba por irse de aquella habitación  la voz de alguien  lo detuvo.

—D-disculpa, ¿tu me invocaste?—, el azabache busco con la mirada por toda la habitación al dueño de aquella voz, sus ojos se abrieron al ver dentro del armario a un chico.

Antes de hacer cualquier cosa el chico salió del armario abalanzandose sobre el.

— Eres guapo, ¿me darás amor?—, el azabache examinó al chico, aquellos ojos tan brillantes como rubies lo miraban con cierto brillo, el delegado y casi desnudo cuerpo sobre el lo hicieron tragar.

— ¿Entonces vas a darme amor?—, ignorando al chico lo dejo con delicadeza en el suelo, salió de aquella habitación deseando morir.

El pequeño sucubo no supo lo que pasaba, sólo cruzó los brazos e hizo un puchero antes de salir y seguir al azabache.

Infernal tentación.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora