Capítulo III

32 3 2
                                    


Choi Yebon, es mejor que pares con estos pensamientos.

- Ya no tengo sueño, he descansado bien, también debo comer.- dejé todo en la barra, yendo hacia el refrigerador, tomando lo necesario.

- Dime que quieres, e iré a traerlo.- sonreí, realmente esto se sentía bien, pero algo se removió incomodo, recordando a Jihoon. Negué lentamente y le sonreí.

- Gracias señor Jungkook, pero me siento mejor haciendo algo en la cocina.- el asintió pensativo, entonces dijo.

- Te ayudaré entonces ¿qué debo hacer? - viendo que estaba tan decidido le indiqué preparar la mezcla.

Cuando tuve suficiente hecho, le dije que fuera a despertar a sus amigos.

- Sinceramente, ¿porqué debería? Después de todo eres mi vecina, no la de ellos.- lo ignore y seguí sacando otro panqueque, servi café y preparé suficiente té para mi. Apagué la sopa que por fin había hervido.

- Woa, Jeon Jungkook, realmente te envidio, ¿qué te parece dejarme dormir unos días aquí?- dijo el Moreno de nombre Namjoon, sino recordaba mal, los otros amigos de Jungkook venían apresurados y aplaudiendo.

- Esto es un gracias de mi parte. Sin ustedes no sabría que le hubiera pasado a mi cachorro.- todos me miraron un poco sombríos.

- Olvídalo, estabas en peligro, y solo hicimos lo que era necesario.- mencionó nariz perfecta.

El timbre sonó, rompiendo el ambiente tenso que había. Jungkook fue a abrir.

- Oh, señor Jung dígame.

- Mmmmm, se me hizo raro que Yebon no contestara, quería preguntarte si la escuchaste salir.

- Ya, señor Jung, usted es frío por fuera pero por dentro realmente se preocupa por mi. - salí detrás de Jungkook burlándome.

- ¿De qué hablas? Yendo por ahí tan altanera. Estaba preocupado por la reputación que le darías a mi edificio. De todos modos, sólo venía a entregarte este sobre. Me voy, tengo cosas importantes que hacer. - el señor Jung me había tendido el sobre malhumorado. Ese viejo, definitivamente era divertido. Tomé el sobre y fuimos a la mesa junto a los demás que ya estaba desayunando apresuradamente. Jungkook se sentó y empezó a desayunar, manteniendo su mirada en mi.

Era de la oficina de Jihoon. Era raro, Jihoon nunca enviaba papeles de su oficina, talvez era de RH o algo así, o su secretaria me enviaba algo importante, después de todo estaba como destino a mi nombre. Leí atentamente.

Una petición de divorcio.

Sentí un fuerte golpe en el pecho y una pérdida total. Mi alfa me estaba pidiendo una separación, esperaba que no complicara las cosas y aceptara silenciosamente. No podía creer lo que me estaba haciendo, planeaba mantenerme a su lado sin reclamarle sus aventuras, pero el me estaba dejando por otro omega.
Me paré abruptamente, yendo hacia la puerta. Necesitaba convencerlo por nuestro cachorro.

Una mano me detuvo con suavidad mientras un olor a vino tinto me rodeaba.
Era un olor peculiar para un alfa. Seokjin me estaba mirando preocupado. - No has desayunado, recuerda a tu cachorro. - nos miramos unos segundos, parecía ver que estaba algo alterada.

- Gracias. - regresé a la mesa con la mente perdida, tenía que comer, por mi cachorro. En silencio empecé a desayunar, escuchando de fondo las voces de los hombres. Todos parecían estar tratando de aliviar el ánimo, pero no prestaba atención.

- Creo que será mejor si descansa por hoy, te ves un poco fatigada, y sería mejor si evitamos una situación como la de ayer.- tenía razón Seokjin, no podía arriesgarme a pasar por ese tipo de accidente de nuevo.

Un buen Alfa 《J. JK》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora